Durante la noche del lunes y mientras el presidente Javier Milei se disponía a viajar a los Estados Unidos, el Gobierno envió al Senado los pliegos del juez Ariel Lijo y del catedrático Manuel García-Mansilla como candidatos para pasar a integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Según dejaron trascender fuentes dentro de la Cámara Alta, el polémico juez federal contaría con dos tercios de los votos para llegar a ocupar el cargo si logra pasar las audiencias públicas obligatorias en el proceso.

Lijo es cuestionado desde distintos espacios y su designación fue acompaña por varias impugnaciones por parte de entidades profesionales y jurídicas.

Sin embargo, el texto enviado y firmado por Javier Milei -quien basó su elección en consejos de Horacio Lorenzetti- y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, sostiene que "se recibieron presentaciones de instituciones, de organizaciones no gubernamentales y asociaciones profesionales del quehacer judicial y académico; de los derechos humanos; sindicales y sociales y de juristas de reconocida relevancia tanto a nivel nacional como internacional y de la ciudadanía en general, destacándose el gran número favorable a su propuesta".

"Demostró solvencia jurídica, seriedad intelectual, independencia y objetividad de criterio en cada una de sus decisiones", destaca el texto oficial.

Sin embargo, su postulación tiene numerosas objeciones para que sea quien ocupe la silla que dejó vacante Elena Highton de Nolasco el 28 de octubre de 2021.

Por otro lado, en referencia a la candidatura de García-Mansilla, el texto sostiene: "No habiendo el doctor Juan Carlos Maqueda ejercido la opción de peticionar un nuevo nombramiento para su mantenimiento en el cargo con un año de anterioridad a la fecha en la cual alcanzará los 75 años de edad, el mismo perderá su investidura judicial el próximo 29 de diciembre de 2024, produciéndose a partir de la mencionada fecha otra vacante".

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LAS OBJECIONES

Entre quienes se oponen a que Lijo ocupe el cargo se encuentran el Foro de Convergencia Empresaria, Será Justicia, Fores, la Academia Nacional de Derecho, el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal y el Colegio de Abogados de la Ciudad.

Incluso la ONG Poder Ciudadano llegó a afirmar que "no cuenta con los consensos necesarios y tampoco con los criterios de integridad e independencia mínimos requeridos para cubrir los cargos en la Corte Suprema".

Respecto de las posturas opositoras, el texto que llegó al Senado, señala: "Con relación a otros argumentos impugnatorios que se basaron en la falta de aptitudes morales e intelectuales, habilidades y/o experiencia del candidato y que resultan exigibles para ocupar el cargo en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se señala que dichos extremos fueron sólidamente aclarados por el mismo postulante en ocasión de formular su descargo, no revistiendo ninguno de ellos entidad suficiente para erigirse por encima de las consideraciones en que se apoya la postulación".

García-Mansilla, al tiempo que tuvo apoyos de la academia, también fue cuestionado por sectores por su visión sobre tratados internacionales de derechos humanos, sexuales y reproductivos, además de mencionar la falta de candidatas mujeres.