El Tribunal Oral Federal de Mar del Plata firmó una sentencia inédita y declaró culpables por "lavado de activos" a los herederos de uno de los miembros de la banda delictiva de Aníbal Gordon, quién en 1976 había robado bienes y dinero a víctimas de la dictadura que se encontraban detenidas ilegalmente en el centro de clandestino de detención y torturas Automotores Orletti.
Roberto Falcone, presidente del Tribunal, condenó a los cuatro hijos de Leonardo Miguel Save -fallecido- a pagar una multa de $10,8 millones cada uno y ordenó el decomiso de un campo de 36 hectáreas en Chascomús, el cual será convertido en un sitio de Memoria.
En la sentencia, se probó que María Eugenia, María Natalia, Marcelo Leonardo y Ana María Save quisieron ocultar el origen de los fondos con los que la organización clandestina había adquirido el campo.
En nombre de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, acusaron Laura Mazzaferri, María Eugenia Montero y Julio Darmandrail.
Se probó que en 1976 la banda de Aníbal Gordon había firmado los boletos de los terrenos pero que "las verdaderas identidades de los adquirentes quedaron enmascaradas detrás de personas inexistentes, con datos filiatorios apócrifos".
Gordon murió en prisión en 1987 acusado de varios secuestros y asesinatos y, doce años después de su muerte, los hijos de Save buscaron empezar a incorporar las tierras a su patrimonio.
En cuanto a la prescripción del delito, el juez Falcone señaló: “El lavado de activos, mediante la acción típica de administración, integra la categoría de los llamados delitos permanentes, cuya consumación no cesa al momento de la realización típica, sino que se perpetúa en el tiempo, mientras se mantenga el estado antijurídico del autor".
El 14 de junio se conocerán los fundamentos de la sentencia y podrán apelar a la Cámara Federal de Casación Penal.
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