Este miércoles es una jornada decisiva para el exgobernador de Tucumán, José Alperovich, quien enfrenta una condena por abuso sexual a su sobrina y excolaboradora.
Su defensa, al mando del abogado Augusto Garrido, intentará probar su inocencia frente al juez Juan Ramos Padilla. Tras el alegato, podría haber sentencia este mismo miércoles o, según fuentes judiciales el jueves o martes.
Alperovich arribó a la sala de audiencia como lo viene haciendo, junto a sus hijos: Mariana, Sara, Gabriel y Daniel.
El alegato comenzó a las 11:30 de la mañana y están presentes el fiscal Sandro Abraldes, quien pidió 16 años y medio de prisión, y los querellantes Pablo Rovatti y Carolina Cymerman, quienes solicitaron una pena de 22 años.
"En este juicio hay una inversión de la carga de la prueba. Tratamos de probar que el hecho no existía. A eso nos dedicamos. Es al revés de lo que suele hacerse en cualquier juicio. Me propongo el desafío de demostrar que los hechos no existieron", sostuvo Garrido.
En su alegato, apuntó contra la sobrina de Alperovich y señaló: "La declaración de la denunciante no fue espontánea. Usó las mismas palabras que en la carta pública que se hizo conocer. Lo mismo que dijo en la declaración original. Y eso no es normal. Su relato fue aprendido y estudiado. Con lujo de detalles, puntos y comas. Sin errores. Eso tampoco es normal".
Y continuó: "Fue precisa, fruto de un relato aprendido. Pero no pudo responder muchas preguntas que se le hizo. No reflejó emocionalidad en un juicio. Fue un relato calculado, frío. Y el relato de una víctima debe ser lógico, sobre todo en caso de violencia de género. Y no fue este caso. Hay muchas inconsistencias".
En referencia a los momentos en que ALperovich habría abusado de la denunciante: señaló: "El ataque en el departamento de Capital Federal, que sería el primero, no existió. Es ilógico que ella luego de ser presuntamente atacada se quedara a dormir. Y además decidió volver al mismo lugar 10 días después. No tiene sentido. Y el segundo hecho, tampoco. Según ella, fue en el mismo departamento. ¿Cómo va a volver al mismo lugar donde fue abusada? No es coherente aun con perspectiva de género. Está probado que ella, a pesar de haber sido abusada dos veces -según su denuncia en Capital Federal- le pidió tiempo después que la lleve otra vez a Buenos Aires a lo que Alperovich se negó".
Tras ello, continuó: "En la denuncia se utilizo la misma frase que la que dijo Thelma Fardin con respecto a Juan Darthés: "Mirá cómo me ponés". La denunciante dijo que Alperovich usó esa misma frase. No es lógico que Alperovich le hubiera dicho que era como un violinista famoso y que provocó que todo el mundo le dijera violín. No es creíble que ella le pidiera prestada la casa a Alperovich para festejar el cumpleaños. El mismo lugar en el que ella dijo haber sido abusada; no tiene sentido".
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