En las cárceles de la provincia de Santa Fe, aquellos presos considerados de "peligrosidad alta" deberán empezar a usar desde este lunes uniformes naranjas.
Según indicaron las autoridades, la medida alcanza por el momento unos 60 reclusos y fue adoptada para mejorar la seguridad y visibilidad.
En diciembre de 2023 las cámaras de la provincia aprobaron una legislación que en su artículo 24 establece un código de vestimenta.
“La reglamentación determinará en qué casos será obligatorio el uso de uniformes, pudiendo asignarse uniformes diferenciados según la situación legal, el nivel de seguridad, la zona de circulación asignada o las tareas que el interno desempeñe", indica la normativa.
La medida se suma a restricciones que ya se encuentran vigentes, como, por ejemplo, la recepción de visitas a través de un blindex.
Respecto de los uniformes, deberán ser usados en todo momento que se encuentren fuera de su lugar de alojamiento, tanto en la prisión o fuera de ella.
Además, se prohibirá que ingresen visitas con ropa naranja de manera de evitar confusiones.
En referencia al cuidado de las prendas, serán los propios internos quienes serán responsables del "cuidado y mantenimiento y responderá ante ello con descuentos del peculio en caso de roturas o deterioro del uniforme".
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