En el inicio del juicio oral por lavado de dinero, Nélida Caballero, la cocinera del exministro de Planificación Julio De Vido, planteó que su fortuna la logró al trabajar como prostituta y que clientes como empresarios y banqueros le pagaban grandes sumas de dinero.
Lo hizo vía Zoom frente al Tribunal Oral Federal 7, integrado por los jueces Fernando Canero, Germán Castelli y Enrique Méndez Signori.
Para los magistrados, la versión de Caballero no se compadece con lo que declaró en la etapa de instrucción, según indicaron fuentes a La Nación.
A la empleada del funcionario le encontraron más de 2 millones de pesos sin justificación, un campo en Formosa y le secuestraron cinco vehículos.
"Trabajo en casas de familia y trabajo de prostituta, con eso me mantengo", aseguró.
Durante su declaración indicó que fue violada por su padre a los 13 años y que cuando quedó embarazada de su hija nunca quiso que le falte nada.
Según detalló, uno de sus clientes en Formosa era Wilfredo Leguizamón, el cual, como ejemplo, dijo que le propuso hacer un video pornográfico con otras ocho personas.
"Me pagaban muy bien, me alcanzaba para pagar un año y medio la cuota del terreno", comentó, y añadió: "Me hice bastante conocida en el rubro de la prostitución. No tengo nada que ocultar y quiero contar cómo empezó esto".
Respecto de su mudanza a El Calafate contó que fue invitada por un primo y trabajó en un pub: "Ahí conozco turistas y empecé a relacionarme con la gente de la empresa que hacia el gaseoducto. Sacaba 500 pesos la noche".
En 2006, arrancó a trabajar en una lujosa posada del lugar llamada Los Álamos, donde conoció a De Vido y su mujer, Alessandra Minnicelli.
Tras una discusión con la esposa que se solucionó, fue invitada a trabajar para ellos en el departamento de un décimo piso sobre la avenida Libertador de la Ciudad de Buenos Aires.
Fue entonces que contó que viajó a Formosa tras ser amenazada por el video que había filmado y que la mujer de De Vido le aconsejó blanquearlo con sus hijos como solución al chantaje.
En ese entonces le habrían propuesto iniciar algunos negocios, como una empresa de pasajes de micros y un lavadero.
Otro ejemplo que dio fue el momento en que conoció a un empresario del transporte mientras viajaba a Buenos Aires a cobrar cheques del lavadero.
"Estaba encantado conmigo, un hombre súper mayor, pero me dijo que quería tener una relación. Yo no iba a desaprovechar esa oportunidad. En 2010 le digo que necesito un auto y él me dice que no había problema. Tenía mucha plata", aseguró.
Respecto de la compra de un campo, indicó frente a los jueces: "Era una linda oportunidad. Mi papa tenía un campito y donó un toro y cuatro vacas".
Respecto de los US$180.000 que habrían costado las tierras aseguró que 100.000 pesos le dio el empresario y el resto era dinero ganado por la prostitución.
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