A días de que Nicolás Maduro asuma un nuevo periodo al frente del ejecutivo venezolano en medio de cuestionamientos a su gestión, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció violaciones a los derechos humanos en el contexto de las últimas elecciones.
En el informe publicado este martes, la CIDH indicó que hubo tres etapas: "La estrategia represiva del régimen para impedir la participación política de la oposición, obstaculizar el desarrollo de una contienda electoral libre, justa, competitiva y transparente, y sembrar terror en la ciudadanía. Todo ello, con el propósito de perpetuarse en el poder".
Sobre la primera etapa, detalló que durante el período preelectoral, el Estado obstaculizó la participación política de la oposición, utilizando el control de diversas instituciones como el Ministerio Público, la Contraloría General de la República y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
"El régimen detuvo arbitrariamente a personas opositoras, defensoras de derechos humanos y líderes sociales, y amedrentó e inhabilitó a dirigentes de la oposición", señaló.
Respecto de la segunda fase, detalló que tuvo lugar durante las elecciones presidenciales del 28 de julio.
"Ese día el Consejo Nacional Electoral CNE suspendió la transmisión de los resultados y se rehusó a publicar las actas de votación que respaldaban el supuesto triunfo de Nicolás Maduro. Esto dio lugar a graves denuncias de fraude electoral y a un inconformismo generalizado en la población. Anticipando un fraude electoral, la oposición recolectó el 83,5% de las actas a nivel nacional, sosteniendo su autenticidad por contar con los correspondientes sellos, firmas y códigos de seguridad. La totalización de esas actas muestra que Edmundo González Urrutia ganó la elección", añadió.
En cuanto a la tercera etapa, indicó que "la violencia aumentó en respuesta a las protestas de rechazo al fraude electoral" y advirtió que "alrededor de 300 manifestaciones espontáneas fueron reprimidas por las fuerzas del régimen y grupos civiles de choque".
"La "Operación Tun Tun" resultó en al menos 25 muertes, más de 2 mil detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y otras graves violaciones a los derechos humanos. Las fuerzas de seguridad también llevaron a cabo allanamientos sin orden judicial y detenciones masivas, además de recurrir a actos de violencia sistemática contra personas manifestantes", denunció.
A su vez, llamó al "régimen en el poder en Venezuela a cesar inmediatamente la persecución política, la represión y las detenciones arbitrarias, así como a liberar urgentemente a todas las personas detenidas arbitrariamente".
"Asimismo, insta a restablecer el orden constitucional, a reconstruir la separación e independencia de los poderes públicos, a publicar todas las actas de votación y a permitir una auditoría electoral independiente con observación internacional", concluyó.
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