En la tercera jornada del juicio por las muertes de cinco bebés el Hospital Neonatal de Córdoba, declaró la médica Adriana Luisa Moralez, una de las once personas imputadas y ex coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil.
“Esta situación me causó un shock emocional que me llevó a necesitar medicación”, señaló frente al tribunal y el jurado popular.
Junto a ella también debía declarar Claudia Elizabeth Ringhelheim, médica y quien en ese entonces era la vicedirectora del hospital, pero se postergó para el jueves.
"No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no, necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo”, señaló Moralez.
Está imputada por el fiscal Raúl Garzón por los delitos de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado por la gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionario público.
“A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable que no pueda asociar para atrás que Gino, que Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños, fueron víctimas”, añadió.
Respecto de la acusación de la defensa de la enfermera Brenda Agüero, que indicó que los bebés murieron por la poca limpieza en el hospital, la médica los desmintió.
“No era una mugre, no se hacían experimentos ni había tráfico de órganos. El hospital Materno Neonatal era una institución excelente, que se ocupaba de cuidar a las madres y a sus bebés”, aseguró.
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