Lara Gutiérrez, la adolescente de 15 años asesinada en el triple femicidio, conocía a Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como Pequeño J, principal sospechoso intelectual de los crimenes.
Una cámara de seguridad captó a ambos caminando juntos en el barrio de Flores dos semanas antes de los crímenes.
Lara, junto a Morena Verdi y Brenda del Castillo, desaparecieron el 19 de septiembre tras subirse a una camioneta blanca en La Matanza. Sus cuerpos fueron encontrados mutilados y enterrados en Florencio Varela.
Una testigo protegida declaró que conocía a las víctimas de una escuela local y que las vio en una fiesta privada de 24 horas donde también estaba Pequeño J. La reunión involucró consumo de drogas y pagos por asistencia.
La testigo aseguró que Lara y Pequeño J tenían alguna relación y que corrían rumores sobre supuestos robos de Lara a clientes. También mencionó la presencia de Matías Agustín Ozorio, lugarteniente de Pequeño J, detenido en Perú y trasladado a Argentina.
La mujer decidió hablar tras conocer la tragedia, aunque teme por amenazas recibidas en su entorno, vinculadas a ciudadanos peruanos, antiguos clientes de la fiesta.
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