Vecinos de Capiatá, a 23 kilómetros de Asunción, Paraguay, informaron a Susana Trimarco sobre la posible presencia de Marita Verón, desaparecida hace 23 años.

Según relatan, se trataría de una mujer argentina en situación de calle. La extrema desnutrición y las condiciones de vida de esta persona dejaron a Trimarco profundamente conmovida. “No pude dormir… es como que me clavaron un puñal en el pecho”, dijo, refiriéndose a la fotografía que recibió.

La pista ya fue remitida a la Fiscalía Federal N°2 de Tucumán, a cargo del fiscal José Agustín Chit. La mujer, identificada como Eva M., habría nacido en 1955 en San Pedro del Paraná y vivía de la caridad de vecinos en una ranchada del barrio San Ramón. Según testimonios, hablaba español y algunas palabras en guaraní, pero mostraba problemas de salud mental.

“Esos datos llegan así cada tanto y todo se comprueba, hasta lo más inverosímil”, indicaron fuentes vinculadas al caso.

Ni rastro, ni Justicia: ¿quién busca a las mujeres desaparecidas en democracia?

Desde la Fundación María de los Ángeles señalaron que la investigación requiere intervención formal de fiscales de Trata y coordinación con el Ministerio Público de Paraguay.

Trimarco mantiene la cautela: “No es la primera vez ni la última… hay que investigar todo, esa es la realidad”. La información que circula en redes sociales aún no ha sido verificada.

Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002 mientras se dirigía a un examen ginecológico en San Miguel de Tucumán. Su caso involucra secuestro, venta a un proxeneta y traslados por varias provincias argentinas e incluso España. A más de dos décadas, su paradero sigue siendo desconocido.