Era pasado el mediodía del jueves cuando la vida de María Vilma, de 69 años y visitante de Brasil, se cruzó con la de F.N.A. en Avenida Corrientes, entre Almagro y Balvanera.
Sin mediar palabra ni provocación, el hombre golpeó a la mujer con tal fuerza que cayó al suelo y sufrió un fuerte traumatismo en la cabeza. El SAME la trasladó de urgencia a un hospital porteño, donde falleció esa misma noche.
F.N.A., de 30 años y en situación de calle, fue detenido horas después en Córdoba y Junín. Tenía un historial de hurtos, robos, lesiones y múltiples internaciones en hospitales psiquiátricos, incluyendo el Borda, de donde se escapaba con frecuencia.
Los peritos determinaron que “no comprendía la criminalidad de sus actos ni podía dirigir sus acciones en el momento del hecho”, y la jueza ordenó su internación involuntaria bajo consigna fija, suspendiendo los plazos procesales del caso.
La víctima, nacida en Itapuranga y exfuncionaria judicial, estaba en Buenos Aires acompañando a su hija, estudiante de Medicina en la UBA. La familia inició gestiones para repatriar su cuerpo a Brasil.
El caso expuso la intersección entre enfermedad mental, ausencia de tratamiento efectivo y un historial judicial que no logró prevenir el desenlace fatal.
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