Murieron 21 personas detenidas en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) en el primer semestre 2017, según un informe del equipo de fallecimientos en prisión del Observatorio de Cárceles Federales, dependiente de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN). El 33 por ciento murió en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza.

 

El informe arroja que de las 21 muertes, 11 fueron violentas. La PPN manifestó que los casos registrados hasta junio de este año son "motivo de preocupación", si se compara su proyección anual con los 36 casos contabilizados en todo 2016, y los 38 en 2015. Desde 2009 a la fecha, 149 personas detenidas perdieron la vida en forma violenta; representan el 41 por ciento de las muertes totales de esos 8 años. 

 

El ahorcamiento es la forma de muerte violenta más común en el SPF: 77 personas fallecieron ahorcadas en total; nueve en el primer semestre de 2017. 

 

Los nueve ahorcamientos de 2017 serían autoinfringidos. El informe explica: “Se advierte cómo ciertas lógicas de gestión penitenciaria, cada vez más, abonan la articulación del malestar subjetivo y de las demandas personales por la vía del propio cuerpo. La reiteración de casos de ahorcamiento como respuesta extrema ante un reclamo persistentemente desoído –detenidos que solicitan el ingreso de un familiar, acceso a un teléfono, suspensión de una situación de aislamiento en solitario agobiante, o el traslado a un establecimiento cercano a su hogar imponen también la necesidad de la administración de replantearse la necesidad de establecer canales de comunicación e intervención fluidos y eficaces, evitando así medidas de fuerza con riesgo tan elevado para la integridad física de las personas detenidas”.

 

En el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza se produjeron 7 de las 21 muertes. Según la PPN, desde 2009 es una tendencia marcada que los complejos de máxima seguridad para varones adultos en el área metropolitana tengan un "rol protagónico": 80 de las 363 muertes bajo custodia del SPF en los últimos 8 años fue en esa cárcel de la provincia de Buenos Aires. 

 

Los datos reflejan que históricamente las víctimas de las muertes violentas son los presos más jóvenes: desde 2009 a la actualidad, el 83 por ciento eran detenidos menores a 35 años. La tendencia se mantiene en los datos del primer semestre de 2017: el 72 por ciento, es decir ocho de las 11 muertes violentas.

 

La PPN estableció que 2013 fue el año con mayor cantidad de muertes violentas en cárceles federales con un total de 28; 2012 el segundo con 25 y 2014 el tercero con 24.

 

A partir del análisis de la situación procesal de los detenidos fallecidos, se desprende que en el período 2009-2017 el 51 por ciento de las muertes se trató de personas detenidas preventivamente. “Esa cifra alerta respecto de la elevada cantidad de presos preventivos fallecidos bajo custodia del Servicio Penitenciario Federal, siendo inocentes al carecer de condena firme. Eran presos preventivos también trece de las 21 personas fallecidas durante 2017”, advierte la PPN.