A 21 años del crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y este medio especializado que es parte del foro vuelve a reclamar Justicia y memoria. Justicia, porque exigimos que los asesinos regresen a prisión para cumplir las condenas a cadena perpetua a las que fueron sentenciados. Y memoria, porque el crimen del fotógrafo fue el peor ataque a la libertad de expresión sufrido en nuestro país desde el retorno de la democracia. FOPEA y Tiempo Judicial acompañan a la familia, amigos, compañeros, colegas de Cabezas y a la sociedad en su conjunto en ambos reclamos.
José Luis Cabezas, reportero gráfico de la revista Noticias, fue asesinado en la madrugada del 25 de enero de 1997 en una cava rural de General Madariaga, provincia de Buenos Aires, después de haber sido secuestrado de la puerta del domicilio desde el que cubría la temporada de verano en Pinamar. Recibió dos disparos y su cuerpo fue incendiado en el interior del vehículo que había rentado la Editorial Perfil.
La Justicia determinó que el crimen fue por orden del poderoso empresario Alfredo Yabrán, quien instruyó a su jefe de custodia, el ex militar Gregorio Ríos, y éste coordinó con un policía (Gustavo Prellezo, ejecutor de Cabezas) para que el hecho pueda cometerse. Yabrán se suicidó cuando meses después ordenaron su captura.
En el secuestro, Prellezo contó con el apoyo material de una banda de delincuentes comunes conocidos como "Los Horneros" (Horacio Braga, Sergio Gustavo González, José Luis Auge y Miguel Retana) y de otros policías en la cuestión logística (Sergio Cammarata y Aníbal Luna), quienes habían hecho seguimiento e inteligencia sobre el equipo periodístico de la Revista Noticias durante ese verano. Además, se comprobó que en la madrugada del crimen hubo una "zona liberada" en Pinamar por parte de la Policía local y que el responsable de ello fue el comisario Alberto Pedro Gómez.
En el juicio oral, los asesinos fueron condenados a las penas de prisión y reclusión perpetua. Sin embargo, un vergonzoso fallo del Tribunal de Casación bonaerense redujo tales penas. Tiempo después, la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires y luego, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ratificaron los alcances del fallo original, dejando en firme las sentencias a perpetua. Aun así, por una serie de artilugios legales y la aplicación del 2x1, los criminales salieron en libertad habiendo cumplido una mínima parte de su condena.
Hoy, todos los asesinos están en libertad, lo que constituye una verdadera afrenta a la memoria de Cabezas y un peligro para el conjunto de la sociedad. Frente a esta realidad, desde FOPEA volvemos a reclamar, como cada año, que los asesinos vuelvan prisión para cumplir lo que resta de sus condenas, y manifestamos nuestra total solidaridad con la familia de José Luis, con sus amigos, compañeros y colegas, a quienes acompañamos en su reclamo de Justicia y gritamos junto a ellos: ¡Cabezas, presente!
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