En provincia de Buenos Aires analizan un nuevo método de evaluación de quienes aspiran a un cargo judicial ante el Consejo de la Magistratura provincial. El lunes pasado, el Colegio de Magistrados y Funcionarios de San Isidro organizó un debate académico al respecto.
A cargo de la presentación del nuevo sistema estuvieron los consejeros Humberto Bottini, juez de Cámara; Walter Héctor Carusso, diputado de la provincia de Buenos Aires; Adrián Patricio Grassi, Subsecretario de Justicia de la provincia de Buenos Aires; y Marcelo Valle y Diego Bonnano, jueces de Primera Instancia. Previa bienvenida del presidente del Colegio de San Isidro, Nicolás Ceballos.
El proceso de selección, hasta hoy sólo incluía una evaluación escrita que versaba sobre un caso simulado y cinco preguntas de conocimientos generales del derecho. A partir del nuevo reglamento, esta evaluación escrita deberá ajustarse a un caso real que los magistrados se puedan encontrar en la función a la que aspiran, para poder así lograr un mejor análisis sobre la idoneidad del candidato. También se ha incorporado una instancia de evaluación oral en la que los candidatos deberán responder preguntas jurídicas para evaluar su conocimiento.
En el inicio del encuentro Bottini señaló que la intención del reglamento es mejorar el sistema para lograr mayor transparencia en la búsqueda del mejor magistrado. Remarcó que para los propios consejeros este nuevo formato también representa un desafío que ellos están dispuestos a afrontar.
Por su parte, el subsecretario de Justicia de la provincia de Buenos Aires enfatizó en que hay una decisión política de reducir el margen de discrecionalidad en el proceso de selección, y que esto es una garantía para quienes concursan. Aclaró que se trata de una primera etapa de cambios y que se encuentra pendiente una de las propuestas del Ministro de Justicia de la PBA Gustavo Ferrari de establecer un orden de mérito que permita dar la mayor objetividad al sistema.
El diputado Carusso destacó la creación de la instancia de evaluación oral videofilmados. "Permite evaluar si todos aquellos antecedentes y diplomas que el aspirante presenta, son de utilidad para el cargo al que pretende acceder, demostrando las habilidades propias que exige la función al momento propio de la evaluación", dijo.
Los jueces Valle y Bonnano se ocuparon de aclarar que el fundamento por el cual se suprimió la posibilidad de que un aspirante pueda hacer valer exámenes aprobados en concursos anteriores, permite que cada evaluación pueda hacerse acorde a la idiosincrasia y cultura del lugar se va a ocupar el cargo judicial que se pretende cubrir.
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