Ya fueron 173 debates con esta modalidad en la Provincia, el 57% de ellos concentrados en 4 departamentos judiciales. El 64% terminó en condena. Datos reveladores de una encuesta entre 107 operadores judiciales.
A tres años de la puesta en marcha del juicio por jurados en la provincia Buenos Aires, trascendieron los resultados de un informe que hizo el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), para poner bajo la lupa la implementación del sistema, la adaptación de los operadores judiciales y los efectos del cambio para la Justicia.
En este período se realizaron 173 juicios por jurados, el 57% (99) de los cuales se concentraron en cuatro departamentos judiciales: Bahía Blanca, San Martín, Azul y La Matanza (en ese orden). Otros distritos tardaron más de un año en realizar su primer juicio por jurados; como La Plata, donde en todo este tiempo se hicieron apenas cuatro debates bajo esta modalidad.
Más allá de estos casos puntuales, la cantidad de juicios por jurado aumentó de manera sostenida desde el año de arranque. En 2015 se hicieron 38; en 2016 fueron 58; y en 2017, 77 causas tuvieron su veredicto de un jurado popular.
El 60% de los debates se resolvieron entre uno y dos días, aunque el año pasado cinco juicios duraron más de cuatro días. Y en apenas cinco no se llegó a un veredicto: en tres casos porque se estancaron por la prueba que se presentó en el juicio, o porque la persona cometió el delito o no. En tanto, dos fueron suspendidos por fuerza mayor, según se desprende del relevamiento de INECIP.
Veredictos
Haciendo foco en estos tres años, la mayoría de los juicios realizados ante jurados terminaron con condena (64%). En el primer año hubo 17 absoluciones y 19 condenas; en el segundo, 16 absoluciones y 36 condenas; y en el tercer año (2017), 21 absoluciones y 39 condenas.
Si se incluyen los veredictos mixtos, un 56% de los juicios terminó con condenas, mientras que un 32% concluyó con absoluciones y un 12% con veredictos mixtos, que engloba dos situaciones: casos con más de un imputado con fallos no coincidentes (uno absolutorio y otro condenatorio) o condenas por delitos menores incluidos.
En esta investigación, el INECIP y la Secretaría de Política Criminal de la Procuración bonaerense encuestaron a 107 operadores judiciales con experiencia en juicios por jurados: 25 jueces, 25 abogados defensores (entre públicos y particulares) y 57 fiscales.
Según concluyeron Sidonie Porterie y Aldana Romano, de INECIP, la gran mayoría de los encuestados (75%) tiene una opinión positiva del nuevo sistema de jurados, “valoración destacable en virtud del poco tiempo que lleva desde su entrada en vigencia y el cambio que representó para un sector poco habituado a ello”, explicaron. En el relevamiento detallan que el 43% la calificó de muy positiva; el 32%, de positiva; el 16% se mantuvo neutral; 6% opinó que era negativa y 3% muy negativa, agregaron.
Otro dato interesante es que en el 53% de los juicios (28) en los que participaron los jueces encuestados, el veredicto fue producto de un consenso unánime entre los jurados, aún cuando en el 46% de los casos la unanimidad no era una exigencia por el delito por el cual se condenó.
Entre los beneficios del sistema, mencionaron que el jurado “incide necesariamente en el lenguaje del sistema judicial”, porque dirigirse al mismo “obliga a allanar un lenguaje plagado de tecnicismos y artimañas”, recuperando “la función social de la ley”. También que los jueces “encontraron un beneficio que no esperaban: las decisiones del jurado los protegen frente al posible descontento de la ciudadanía y las eventuales presiones del sector político”.
Comentarios recientes