La jueza porteña, Maria Lorena Tula dictó el procesamiento y la prisión preventiva al médico Alberto Rodríguez Velez por el delito que pena la “producción, el almacenamiento y la distribución de pornografía infantil”. Es el segundo caso tras el conocido del pediatra del Hospital Garrahan.
Cuando todavía sigue la conmoción por el caso del pediatra del Garrahan detenido por pornografía infantil, otro médico fue arrestado en territorio porteño acusado de producir y distribuir imágenes de menores de edad desnudos, en poses sugerentes. Se trata de Alberto Benjamín Rodríguez Vélez, especialista del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP). Fue detenido en su casa de Recoleta tras la preventiva que difunde Tiempo Judicial en exclusiva.
La investigadora del Cuerpo del Investigación Judicial del Ministerio Público Fiscal a cargo de Luis Cevasco fue clave para que el médico quede detenido ya que difundió las imágenes que tenía el imputado en su poder al momento de su aprehensión en su domicilio del barrio porteño de Recoleta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según la investigación, el médico se conectaba con los menores de edad por la red “Gigatribe” y que los engañaba con un modus operandi aceitado para cometer sus atrocidades. Se acercaba a los niños, por ejemplo, a través de sacar a pasear al perro.
Celsa Ramírez, interinamente a cargo de la Fiscalía PCyF 30 de la Justicia porteña, explicó en la audiencia que “de encontrarse en libertad el imputado pondría en riesgo la investigación, en función del acceso a las redes por las que podría contactarse con otros involucrados en la investigación, lo que torna importante y necesario que se dicte la prisión preventiva”.En tanto, el Ministerio de Salud porteño quien lo separó del cargo en el Instituto de Rehabilitación como médico fisiatra realizando tratamientos de rehabilitación.
Del auto de prisión preventiva al que accedió Tiempo Judicial, surge que el médico producía mediante “chat un intercambio para vincularse con menores en estado de vulnerabilidad”, los llevaba a su domicilio para “producir el material pornográfico para luego distribuirlo”. “Se aprovechaba de la vulnerabilidad de los menores para luego sumergirlos en actos de índole sexual”, explicaron fuentes judiciales consultadas.
El fiscal general porteño, Luis Cevasco, aseguró que "estamos hablando en principio de chicos adolescentes y pre adolescentes, de entre 10 y 17 años. Y hay distintos tipos de videos", que también reveló que hay "una persona involucrada que ya no es menor, que él trataba como a su novio, y la información que surge es que lo conocía desde los 15 años".
Sobre el dato que inició la investigación para llegar a este hombre, contó: "Tenemos un acuerdo con Missing Children por el que todos los casos en los que haya una IP argentina entra por el cuerpo de judiciales, se verifica a qué domicilio corresponde, se hace una investigación y luego un allanamiento para secuestrar los equipos donde pudo circular la pornografía infantil".
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