La ciudadanía reclama cambios, dejar atrás métodos arcaicos, en definitiva la modernización del sistema judicial. Así, entendimos que debíamos hacer eco a esta demanda donde tuvimos en cuenta dos premisas que fueron los motores de este proyecto. 

Por un lado, la idea de comenzar a romper la distancia que existe entre el poder judicial y la ciudadanía y por otro, comprender que la actividad judicial es un servicio de justicia que brindamos a todas/os las/los usuarios del sistema. Desde esas ópticas, fue fundamental abrir un canal de comunicación entre el juzgado y las/los ciudadanos y así utilizar diversas herramientas para dar cuenta de las acciones. 

Parte fundamental de la función judicial es garantizar el acceso a la justicia. Las herramientas de comunicación digitales pueden ser utilizadas para vincularse con la ciudadanía a fin de facilitarles el acceso a la justicia, al conocimiento y a la información.

Así, bajo los principios de Gobierno Abierto, aplicamos sus valores al trabajo diario utilizando instrumentos de transparencia, participación ciudadana, rendición de cuentas, colaboración e innovación.

Nuestras prácticas de Justicia Abierta, tienen como objetivo principal transparentar el trabajo y así se convirtieron en una valiosa fuente para repensar las estrategias de comunicación digital de nuestro juzgado para dirigirnos a un público cada vez más amplio.

Para eso evaluamos nuevos recursos tecnológicos y comunicacionales para valorizar el trabajo y alcanzar los objetivos estratégicos establecidos de ser un juzgado abierto, transparente y accesible. Por eso, implementamos un sitio web https://juzgado13pcyf.webnode.com/ donde se puede acceder a la base de datos de todas las resoluciones y sentencias en formato abierto dictadas de manera escrita u oral, garantizando de este modo el acceso a la información pública como principio de gobierno. Alli también se refleja el trabajo de todos los ejes de justicia abierta y las acciones concretas que se desarrollan en cada línea de trabajo. 

Una fórmula repetida a lo largo de la historia en nuestro país es: “Los jueces hablan por sus sentencias”; sin embargo, entiendo que ello no refleja la actualidad que atraviesa el poder judicial en su relación con los medios de comunicación. Por supuesto que la labor fundamental de las/los jueces es resolver los conflictos, pero allí no termina su responsabilidad para con la sociedad. Son necesarios otros canales de difusión que sirvan para publicar el trabajo y rendir cuentas de qué, cómo y por qué se hace, y también que funcione como herramienta estratégica para lograr el objetivo de acercar la judicatura a la sociedad; que no quede como algo lejano, etéreo e inalcanzable.

En esa lógica, como práctica de comunicación nos unimos a Twitter en noviembre 2016 y así creamos la cuenta. Allí, semanalmente publicamos la agenda de audiencias e invitamos a los/las ciudadanos/as a presenciar alguna de su interés, las fechas en que el juzgado está de turno (con que zona, fiscalía y defensoría), y todas las iniciativas que emprendemos. 

Como mecanismo de rendición de cuentas comunicamos los resultados de las encuestas que realizamos a las/los ciudadanos y a los profesionales abogados/as que participan de las audiencias donde evalúan los procesos de trabajo. También se publican estadísticas semestrales y/o anuales de gestión. 

En el entendimiento de que la mejor forma de propiciar la participación ciudadana es acotando las distancias entre lo judicial y lo cotidiano; ampliamos las formas de comunicación, dentro de una lógica actual y dinámica. Por eso, creamos una cuenta en la red social Instagram y dimos un paso adelante en la estrategia de comunicación digital, produciendo contenidos de información judicial de los casos que gestionamos y cubriendo la actividad del juzgado. 

También, abrimos un canal de YouTube para intensificar el trabajo en relación a la educación ciudadana, resaltando la importancia de responder a la demanda de la comunidad en cuestiones que aparecen como técnicas o exclusivas de conocimiento jurídicos presentándolas de una manera clara y comprensible. 

Este eje de claridad fue adoptado en todos los contactos de comunicación del juzgado con la ciudadanía. Es decir, dejamos atrás la terminología oscura, críptica, cerrada, en latín, que usualmente se usa en las resoluciones judiciales para explicar los argumentos en un lenguaje directo y comprensible para el destinatario de la resolución. Ello por entender  que la actividad judicial en un estado democrático requiere que las/os jueces expresemos con claridad las razones que condujeron la decisión. 

Esta modalidad de comunicación, donde se tiene como centro al ciudadano, nos llevó a plasmar la nueva forma de redacción y uso de lenguaje en un Manual de Lenguaje Claro y Estilo. En este documento sentamos las bases de nuestra forma de comunicarnos. 

Estos valores expresados también guían el trabajo durante este tiempo de confinamiento. En este periodo donde transformamos el trabajo judicial presencial a modo online en todos los casos que tramitan en la justicia de la ciudad, se refuerza el concepto que son necesarios otros canales de difusión que sirvan para publicar las acciones a fin de que la sociedad pueda visibilizar la labor diaria de todos los tribunales.  

Frente a los cambios sociales en la modalidad de circulación de la información, sumado a que los medios digitales son los principales canales de difusión en la actualidad, debemos pensar en nuevos formatos de publicación de contenidos jurídicos, que además de facilitar el acceso a la información, posibilitan una mayor interacción con las/los destinatarios.