El Centro de Ex Combatientes de Malvinas (CECIM) de La Plata y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) apelaron la sentencia que descartó que las torturas a soldados durante la guerra de Malvinas sean delitos de lesa humanidad.

Con la firma del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el recurso presentado al que accedió Tiempo Judicial sostiene que existe una "clara vulneración de los derechos fundamentales" de las víctimas. El caso llegará a manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

A ello se suma que la sentencia de la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal resulta en una "inobservancia de los estándares a los que, en materia de investigación, juzgamiento y reparación integral se ha obligado la República Argentina, a instancias de la rúbrica de instrumentos internacionales", dice la apelación presentada en la tarde del lunes. Ahora esperan la admisibilidad o no del recurso para que sea la Corte Suprema la que deba decidir, finalmente, sobre la imprescriptibilidad de las torturas. En caso de no ser admitido el CECIM y la CPM irán en queja al máximo tribunal del país.

Existen 95 militares denunciados por 105 casos de tortura y en el expediente hay 120 testimonios que detallan la dinámica de la tortura. La Casación consideró a principios de mayo, con los votos de los jueces Diego Barroetaveña y Daniel Petrone y la disidencia de Ana María Figueroa que la imputación contra un acusado de torturar a soldados en Malvinas ya había sido juzgada en otro expediente. Se trata de Jorge Oscar Ferrante que al momento de las torturas era  Subteniente como Jefe de la Tercera Sección Tiradores de la compañía B del Regimiento de Infantería 5.

En la presentación sostienen que no se puede tolerar que la sentencia de la Casación "causa agravio constitucional y  convencional" y que "se afinque en premisas falaces, o bien inexistentes". Además destacan cómo "las Fuerzas Armadas 22 configuraron un dispositivo político/burocrático/institucional para silenciar a los soldados conscriptos que habían sufrido torturas y otras graves violaciones a los derechos humanos".

Jóvenes conscriptos en 1982 en Malvinas. Télam.

Hay que recordar que entre las torturas que sufrieron los soldados puede mencionarse los estaqueamientos; enterramientos de soldados desnudos hasta el cuello; obligación a soldados a sumergirse desnudos en agua helada; aplicación de picana 13 con teléfonos de campaña; golpizas y prácticas de tormentos; amenazas con armas de fuego (abuso de armas, incluso en algunos casos con disparos incluidos); entre otras.

"La guerra Malvinas también fue la dictadura. Regía no sólo un plan sistemático de exterminio en territorio continental argentino. Se encontraban suprimidas las garantías básicas de acceso a la justicia y tutela judicial efectiva. En ese marco, se dieron una gran cantidad de hechos (105 hechos denunciados hasta el momento), de características similares, cometidos por el personal superior de diversas unidades militares 20 que intervinieron en el hecho bélico. ¿Las víctimas? Todos soldados 21 conscriptos (120 denunciantes)", consigna la presentación.

Y concluye: "No existe ningún elemento que permita afirmar, o bien sustente desde una posición jurídica, que los hechos investigados no son pasibles de ser caracterizados como crímenes de lesa humanidad". Ahora es la Corte Suprema la que tiene la última palabra.