Con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT+, la Dirección General de Políticas de Género (DGPG) presentó su investigación de “personas travestis y trans en conflicto con la ley penal: impacto de la ley de identidad de género. Estudio de casos del período 2013-2019”. Dicho documento, servirá para observar que tipo de problemáticas son las que afectan principalmente a ese sector de la sociedad.
En el marco de una fecha para rememorar la lucha activista del colectivo, y para seguir impulsando políticas de inclusión como la obtenida la semana pasada con el cupo trans en la administración pública, incluidos los tres poderes, la DGPG investigó acerca de la situación de las personas travestis y trans en el sistema de administración de justicia penal luego de la sanción de la Ley de Identidad de Género (Ley Nº 26.743).
La investigación fue realizada a 109 personas travestis y trans procesadas y/o condenadas: 105 mujeres travestis y trans y 4 varones trans. Los ejes que se investigaron fueron en torno a su construcción del perfil, las características distintivas de las causas penales y los resultados de 34 encuestas dirigidas a personas travestis y trans que analizan sus vínculos afectivos, el ejercicio de sus derechos y vivencias en relación con el sistema penal, entre otros aspectos.
Entre los varios datos que se analizaron, resaltó que, pese a la vigencia de la Ley de Identidad de Género, en el 84% de los casos relevados, las mujeres travestis y trans no contaban con un DNI de acuerdo a su género auto percibido; por el contrario, sólo el 16% lo poseían.
En cuanto a las condenas, en el 84% de los casos las mujeres travestis y trans fueron condenadas mediante el procedimiento de juicio abreviado, mientras que en el 16% se arribó a una condena luego de un juicio oral. En el 74% de los casos la modalidad fue de cumplimiento efectivo, mientras que en el 26% de los casos la pena fue dejada en suspenso.
Uno de los índices más impactantes, es que el 81% de las mujeres travestis y trans condenadas fueron por delitos de drogas. Otro de los datos lamentables, fue que el 58% de las mujeres travestis y trans consideró que su identidad de persona trans o travesti fue una barrera para acceder y permanecer en el sistema educativo formal.
Situación similar ocurre en el ámbito laboral, en donde la mayoría de las encuestadas identificó barreras para acceder a un empleo formal. Además, el 90% manifestó haber estado en situación de prostitución en forma previa a su detención.
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