Se realizó la audiencia 88 en el mega juicio por los delitos de lesa humanidad ocurridos en Campo de Mayo durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. En la jornada, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín escuchó los testimonios de sobrevivientes de los centros clandestinos y de familiares.

La primera en declarar fue Adriana Beatriz Moreno, hija de hijas de Carlos Osvaldo Moreno y María Aurora Bustos. Ella fue secuestrada en su casa de Boulogne junto a sus padres y su hermana Liliana. Las hermanas fueron liberadas pero sus padres aún permanecen desaparecidos. Sin embargo pidió que no se televisara su testimonio por miedo que esto contribuya a su re victimización, lo que fue aceptado por el tribunal.  

Después, fue el turno de Liliana, quien fue terminante con lo que le pasó a ella y a su familia: " Nos arruinaron la vida", dijo y agregó su reflexión sobre el juicio para  "poder seguir nuestra vida pensando que nuestros padres puedan descansar en paz y nosotros seguir adelante con una etapa terminada".

Los testimonios de la audiencia tuvieron que ver con lo que se conoce como la  “Caída de los Ferroviarios” cuando un grupo de trabajadores ferroviarios fueron secuestrados junto a todas sus familias entre el 31 de agosto y el 6 de septiembre de 1977. Liliana, tenía 16 años cuando fue secuestrada, y recuerda la tonada "misionera o correntina" de "el Puma" quien era uno de los interrogadores y que fue nombrado por varios de los sobrevivientes.  

"Estábamos en casa durmiendo, se escuchó una explosión, entró gente armada de manera violenta y nos llevaron en una camioneta que era como una ambulancia. De capucha nos habían puesto las fundas de las almohadas", contó Liliana y recordó que le dijeron: "A partir de ahora ustedes son un número".

"Yo dormía con mi mama en un colchón en el piso. Vi gente agarrada con cadenas, chicos de 14 o 15 años" dijo y recordó el maltrato psicológico que sufrió y que "de noche escuchaba gritos".  "Una vez lo trajeron después de torturarlo y lo vi tirado cuando volvió. Se lo llevaron caminando y lo trajeron arrastrando. Es la última imagen que tengo de mi papá", dijo.

Las hermanas fueron liberadas cinco días después. En ese momento subieron a las hermanas y a su madre juntas pero la bajaron de repente diciendo que la "iban a mandar en un próximo viaje". "Ella iba a venir con nosotras y la bajaron", contó. La madre de las hermanas, María, sigue desaparecida.

Unos días después las hermanas, que estaban con su hermano de 22 años, recibieron una nota anónima que decía que los iban a volver a buscar. "Durante mucho tiempo veíamos los famosos falcón estacionados. Nos estaban vigilando permanentemente", recordó. "Nunca supimos lo que pasó con mis padres. No quiero saber la forma en que pudo haber pasado", relató.

También declaró María Esther Barrionuevo, hermana de Juan Carlos Barrionuevo, quien permanece desaparecido. María vio como se llevaban a su hermano. "El venia de jugar a la ajedrez de un club cercano. Vino mi hermano y me pregunto si el televisor andaba bien. Entonces se escucharon culatazos y patadas, y entraron una manada, gente de civil", contó y recordó como interrogaron a su hermano "sobre que mierda estaban jodiendo en el Ferrocarril" diciéndole: "No te hagas el pelotudo que yo se que andas en cosas raras".

La semana que viene no habrá audiencia porque se realizarán distintas visitas oculares que tienen que ver con diligencias judiciales en Zarate y Campana. Con la sola presencia del tribunal, la fiscal Gabriela Sosti y Estaban Pereyra de la subsecretaria de derechos humanos de la provincia de Buenos Aires. Las audiencias se reanudaran después de la feria judicial, el miércoles 4 de agosto.