Nuevamente, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) viaja a las islas para la identificación de restos de excombatientes argentinos caídos en la Guerra de Malvinas en 1982. En esta oportunidad, será Mercedes Salado Puerto, integrante del equipo, quien estará a cargo de la investigación en la zona denominada C.1.10.

En diálogo con Tiempo Judicial, la coordinadora de la Unidad de Casos del equipo de antropología, Virginia Urquizu, explicó que, en marzo del 2021, cuando representantes del Estado argentino y del Reino Unido hablaron con el Comité Internacional de la Cruz Roja se abarajó la posibilidad de realizar trabajos en ese sector.

En el Plan Proyecto Humanitario 1, esa zona no había entrado, porque el acuerdo planteaba que solo se podía trabajar en las tumbas que tendrían la leyenda “soldado argentino sólo conocido por Dios”. Eran 121 sepulturas, en las cuales se pudo saber que había 122 individuos. De esa parte del trabajo se obtuvo 115 identificaciones.

La C.1.10 es una sepultura que ahora se va a poder trabajar, por qué las personas que estaban nombradas en esas sepulturas fueron encontradas en sepulturas sin nombre, entonces, obviamente, son los restos de otras personas”, afirmó Urquizu.

Además, la integrante del equipo agregó que se trabajará en “una zona donde había un hospital de campaña en la guerra, y hay información de que podría llegar a haber restos enterrados”, y aclaró que “se va a hacer un trabajo de análisis para ver que se encuentra, pero no con mucha expectativa porque normalmente donde hay un hospital hay desechos patológicos, mucho más en una guerra donde había amputaciones y demás”.

En tanto, explicó que “la C.1.10 es una sepultura múltiple, que responde a un hecho particular” y relató: “Se trata de un helicóptero de gendarmería que fue derribado en mayo de 1982, y por lo que se sabe se prendió fuego y explotó parcialmente. Es posible que los restos estén fragmentados, pero hasta que no se abre esa sepultura no vamos a saber”.

En tanto, detalló que esta nueva fase se inicia con el viaje, luego van a estar unos días en aislamiento como medida sanitaria de covid-19.

“Se espera que para mediados de agosto más o menos se empiece a hacer el montaje de lo que es el laboratorio, que se hace ahí mismo en el cementerio. Llevaran equipos de análisis, odontológicos, radiografías para hacer todo lo necesario de identificar cuerpos”, concluyó.