Ayer, la Procuración Penitenciaria de la Nación presentó el “Informe Anual 2020 sobre la situación de los derechos humanos en las cárceles federales y otros centros de detención de la Argentina”, el cual desarrolló distintos ejes que puntualizan distintos reclamos de la población carcelaria y se tuvo en cuenta el contexto de encierro durante la pandemia. El eje más importante fue el déficit en la atención de salud de las personas privadas de su libertad pidiendo una reforma del sistema de salud intramuros para que pase bajo la órbita del Ministerio De Salud.
Atención médica, medidas de higiene, distanciamiento social y aislamiento sanitario, reclamos y medidas de fuerza, condiciones de encierro, contacto telefónico de las personas detenidas con sus familiares, prácticas de tortura y malos tratos durante el encierro, también las muertes, son los ejes que se tuvieron.
Fueron investigadas 58 muertes que ocurrieron en ese periodo bajo custodia, y se le dio seguimiento a 176 denuncias realizadas por malos tratos y torturas en unidades penitenciarias. Entre los números que preocupan se destaca que en marzo del 2020 las cárceles federales tenían 13.971 detenidos, cuando la capacidad real era de 12.678.
Déficit en la atención médicas de las personas privadas de su libertad
Fueron 2.643 las demandas de los detenidos para tener un mejor acceso a la atención médica. De esas, 1.537 por una deficiencia en la atención, 228 personas denunciaron problemas con la entrega de medicación, 146 solicitudes de atención psicológica/psiquiátrica y 68 problemas de atención en enfermedades graves.
“Hay la necesidad de realizar una reforma que le dé independencia a la administración de la salud intramuros del sistema penitenciario federal, para que se ubique bajo la órbita del Ministerio de Salud”, concluyó el informe.
“Se priorizó la solicitud de arrestos domiciliarios para la población de riesgo”, señala el informe. En cuanto a la pandemia, se recordó que en abril llegó a la unidad de Devoto, la procuración afirmó que fue interventora para solicitar mejores medidas sanitarias ante el reclamo de los reclusos.
Otro dato que marca la saturación del sistema es que, en diciembre del 2020, había alojadas en alcaidías de CABA 235 personas alojadas, siendo que la capacidad es de 130 plazas para lapsos cortos de tiempo. También, se contabilizaron 227 detenidos en comisarías vecinales.
Cabe destacar que las 58 muertes marcaron el número más alto de descensos desde el 2009, y se pudo conocer que la pandemia fue una de las causas que ayudó a profundizar ese número. Para junio de este año, fueron 693 personas las que resultaron infectadas de dicho virus, y 22 fallecieron.
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