En formato digital se realizó este jueves la charla sobre “La importancia del lenguaje claro en el ámbito judicial: vehículo fundamental de acceso a la justicia y a democracias de calidad. Efectos expansivos a otras disciplinas”, que estuvo organizado por el rectorado de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).

El rector de la UCES, Gastón O’ Donnell, hizo la apertura y afirmó que “las sentencias tienen que ser entendidas por todos, para mejorar la calidad democrática y los derechos, a esto la universal puede contribuir”.

La primera expositora fue Lorena Tula del Moral, jueza penal contravencional y de faltas de la ciudad de Buenos Aires y directora del Observatorio de Lenguaje Claro de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y señaló que “el Poder Judicial se tiene que modernizar y transparentar”.

“Lo que hacemos es publicar las resoluciones en un formato más amigable a través de infografía y textos, el hecho de ver el modo en que publicamos ayuda para que la ciudadanía pueda comprender que resolvemos”, destacó.

Además, explicó que empezaron a trabajar el “lenguaje claro porque nuestras decisiones muchas veces afectan derechos. La realidad es que una persona tiene que comprender lo que estamos diciendo”, y remarcó que “esto se trabaja en muchos países, lo que hicimos fue modificar nuestros modelos. Cambiamos no sólo las palabras, sino también el diseño”.  

“Pusimos fotos porque muchas veces las imágenes sirven más que las palabras. Se ponen de las armas, las drogas, lo que se secuestre y sirva de prueba en el marco de una sentencia”, agregó.

En ese marco, mostró el Manual de Lenguaje Claro y Estilo, editado por ella y como modo de complemento mencionó su canal de YouTube, plataforma gratuita, en que se explican en videos cortos los fallos y procedimientos.

La segunda expositora fue Cecilia Icardona, fiscal federal de Lomas de Zamora, que destacó el desafío del lenguaje claro tiene que ser pensado desde “la lógica sobre quién nos está escuchando, y tiene que ver también con la política de género”.  

“Nuestra obligación de rendir cuentas, de explicar las razones de las decisiones, es una obligación moral que tenemos los funcionarios que formamos parte como miembros de uno de los poderes del Estado”, aseveró.  

Asimismo, remarcó que “la posibilidad de entender tiene que ver con el puente que se genera con la transmisión de una comunicación, hay que tener un puente que se puede convertir en una pared si, en lugar de acercarnos, nos aleja”, advirtió.  

También, recomendó que se tenga en cuenta de forma rigurosa “a quien le damos el mensaje, para eso tenemos que pensar en el contexto y el propósito”.  

Para finalizar, se le dio la palabra a Natalia Molina, jueza Penal, Contravencional y de Faltas de C.A.B.A. y vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, que reflexionó que “el arte de juzgar no puede estar desprovisto de algo fundamental como la empatía. En mi criterio comunicar tiene que ver con la empatía”.  

“Hay que hacer simple lo difícil de entender, y me refiero al ambiente judicial, traemos muchos vicios para comunicar cosas trascendentes, como a una persona que pierde la libertad”, enfatizó.

En ese marco, resaltó que “no se trata de ser indulgente, sino ubicarse en su realidad desde un lugar humano. Hay que deshacernos de nuestras creencias e historia personal, hay que pensar como nos gustaría recibir esa comunicación”.

“Si se puede comprender lo que va a suceder en palabras simples, les va a llevar más paz a su alma. Ojalá que haya muchas otras personas que trabajen esto en el ámbito judicial y en todos. Hay que respetar nuestra dimensión humana en todos los aspectos”, concluyó.