La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) declaró responsable internacionalmente a la Argentina por la violación de derechos humanos de Anatole y Victoria Larrabeiti Yáñez (cuyos apellidos al momento del secuestro eran Julien Grisonas). Ambos, cuando tenían 4 años y un año y medio respectivamente, fueron secuestrados en 1976 junto a sus padres por la dictadura cívico-militar en el marco del plan Cóndor. Fueron los primeros nietos recuperados.
El caso había sido elevado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que hace las veces de "fiscal" ante el tribunal internacional, porque consideró que no fueron sancionados los responsables por la desaparición de los padres, ni a los responsables por lo sufrido por los hijos.
Ahora la CorteIDH estableció que el Estado es responsable por la desaparición forzada de Mario Roger Julien Cáceres y Victoria Lucía Grisonas Andrijauskaite, padres de Anatole y Victoria, y la violación de los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial. La sentencia fue firmada el pasado 23 de septiembre aunque fue publicitada el pasado martes por el organismo internacional tambien refiere que Argentina violó el "derecho de Anatole y Victoria a conocer la verdad acerca del paradero y destino de los restos de su padre y madre biológicos".
La desaparición
Anatole y su hermana Victoria fueron secuestrados con sus padres el 26 de septiembre de 1976, un día domingo, en San Martín provincia de Buenos Aires. Mario Roger Julien y Victoria Lucía Grisonas estaban con sus hijos cuando un comando militar que tomó el control de toda una manzana mediante el uso de vehículos del Ejército secuestró en su domicilio a Roger y Victoria. Anatole tenía entonces 4 años y Victoria 16 meses.
Testigos del operativo aseguraron que Julién fue asesinado en el mismo momento de su detención y Grisonas fue brutalmente golpeada y llevada junto a sus dos hijos al centro clandestino de detención conocido como “Automotores Orletti”. En el operativo intervinieron el Departamento de Asuntos Extranjeros de la Superintendencia de Seguridad Federal, el Grupo de Tareas n° 5, efectivos de la SIDE y del Ejército.
En "Orletti" fue donde Anatole y Victoria vieron por última vez a su madre. Después fueron trasladados clandestinamente a Uruguay y después a Chile donde fueron abandonados en La Plaza O’Higgins en Valparaíso. Fueron recogidos, llevados a un orfanato, y luego fueron adoptados por el médico Jesús Larrabeiti y la educadora Silvia Yáñez, quienes no tenían relación con el aparato represivo. En junio de 1979 María Angélica Cáceres de Julien, la abuela paterna de los niños, los encontró y consintió la adopción manteniendo el vinculo con la familia biológica. De esta manera fueron los primeros niños desaparecidos que fueron recuperados.
La sentencia internacional
Más allá de la condena al país, la CorteIDH detalló que cinco fueron las causas penales que de promovieron en el país para esclarecer los hechos perpetrados contra la familia Julien Grisonas. En 2011, 2012, 2016, 2017 y 2021, se dictaron condenas contra distintas personas por delitos perpetrados contra la señora Grisonas Andrijauskaite, Anatole y Victoria.
"En cuanto a los hechos cometidos contra el señor Julien Cáceres, en 2017 fueron absueltas dos personas acusadas por “homicidio agravado por alevosía”. Esto fue anulado en 2019 y hoy la resolucipón aún está en manos de la Corte Suprema argentina. Hasta la fecha no existe información concluyente sobre el paradero o el destino de los restos del matrimonio Julien Grisonas", detallaron los jueces en la sentencia.
También recordaron que en 1996 Anatole y Victoria promovieron una demanda contra el Estado Nacional ante el fuero Contencioso Administrativo para reclamar la reparación por los daños y perjuicios. Aunque en primera instancia fue aceptada, ya en la cámara desestimada parcialmente y, finalmente, la Corte Suprema en 2007 desestimó completamente el pedido y declaró prescrita la causa.
El tribunal internacional "valoró positivamente los avances logrados por las autoridades argentinas para identificar, juzgar y sancionar a los responsables de los hechos cometidos contra la señora Grisonas Andrijauskaite, Anatole y Victoria" aunque en el caso del padre cómo la causa está aún pendiente de resolución en la Corte Suprema condenaron internacionalmente a la Argentina por la demora.
Reparaciones
La sentencia de 100 páginas, firmada por Elizabeth Odio Benito; Patricio Pazmiño Freire, Eduardo Vio Grossi; Humberto Antonio Sierra Porto, y Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, (Eugenio Zaffaroni, integra la Corte Interamericana pero no participó del caso porque es argentino) culmina con las reparaciones que esta condena internacional supone. Allí los jueces ordenaron que "en un plazo razonable" se resuelva la causa incoada para esclarecer los hechos perpetrados contra el señor Julien Cáceres y realizar la búsqueda del paradero de los restos de la señora Grisonas Andrijauskaite. También ordenó una indemnización para Anatole y Victoria.
A esto se suma que en el plazo de un año se deberá realizar en un acto público el reconocimiento de la responsabilidad internacional del Estado y la elaboración de un documental audiovisual con las opiniones de Anatole y Victoria; así como las gestiones con los otros países que integraron el plan Cóndor para "conformar un grupo de trabajo que coordine los esfuerzos posibles para llevar adelante las tareas de investigación, extradición, enjuiciamiento y, en su caso, sanción de los responsables de los graves crímenes cometidos en el marco del referido plan criminal interestatal".
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