Las demoras judiciales tuvieron como consecuencia que el dueño del ingenio Ledesma, Carlos Blaquier de 94 años, no sea juzgado por delitos de lesa humanidad en lo que se conoció como "La noche del apagón". El Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy consideró que tiene “incapacidad mental sobreviniente” y no está en condiciones de ser juzgado. La causa estuvo demorada en la Corte Suprema unos seis años y otros dos en la Cámara Federal de Casación Penal.

Blaquier y el ex administrador de Ledesma, Alberto Lemos, se encuentran procesado en dos causas por crímenes de lesa humanidad: en una de ellas por la privación ilegal de la libertad de 20 personas en las localidades de Ledesma, Calilegua y Libertador Gral San Martín en julio de 1976, y en la otra, la causa "Aredez", están imputados por tres secuestros entre marzo y abril de 1976. Ahora sólo Lemos deberá responder ante la Justicia.

Es que el TOF de Jujuy por mayoría después de una evaluación forense, del que participó la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación determinó que no estaba en condiciones de ser juzgado. Hay que recordar que las causas que involucran a Blaquier estaban en condiciones de ser elevadas a juicio en 2013 aunque allí comenzaron las demoras judiciales.

En 2015  Esos dos expedientes estaban en condiciones de ser elevados a juicio en 2013, cuando el empresario no tenía estos problemas de salud. Sin embargo, no lograron avanzar ya que el proceso quedó paralizado en la Sala IV de la Cámara de Casación Penal. Los jueces de la sala IV de la Cámara Federal de Casacion Penal, Juan Carlos Gemignani, Gustavo Hornos y Eduardo Riggi, hicieron lugar a un recurso del empresario y les dictaron falta de mérito a ambos acusados.

Después, con las presentaciones de los recursos extraordinarios ante la Corte Suprema comenzó el retardo del máximo tribunal del país que se tomó seis años para anular lo que decidieron en Casación Penal remarcando que lo que había hecho ese tribunal "obstaculizó indebidamente el avance del proceso”. Un dato no menor es que en 2013 Blaquier no tenia los problemas de salud que hoy hacen que quede impune.

Desde la Secretaría de Derechos Humanos consideraron "indispensable que la Justicia avance de manera urgente en el juicio contra Lemos y en el esclarecimiento de la responsabilidad que tuvo el Ingenio Ledesma en la represión ilegal a trabajadores, trabajadoras y sus familias" y que "también corresponde analizar la responsabilidad de los jueces que arbitrariamente generaron esta ostensible demora para determinar las medidas que corresponde impulsar por estos hechos".

"Dieciséis años tenía  cuando ocurrieron estos hechos" dijo en una entrevista radial Ricardo Aredez, uno de los querellantes e hijo de Luis Aredez quien aún se encuentra desaparecido. "La justicia sólo juzgó a los militares y esta era la oportunidad para juzgar por todos los crímenes a uno de los empresarios más importantes del país colaborador del golpe de estado con el grupo Azcuénaga". "En nombre de todos los desaparecidos de Ledesma es un retroceso importante, no sé hasta cuando seguiremos retrocediendo y no avanzando como debemos avanzar", concluyó Aredez.  

Entre el 20 y el 27 de julio de 1976 la dictadura realizó operativos donde se secuestró a unas 400 personas en las localidades jujeñas de Libertador, Calilegua y El Talar, donde tiene su ingenio y las mayores fincas cañeras el grupo Ledesma, propiedad de Carlos Blaquier. Los hechos se conocieron como "La Noche del Apagón" porque en coordinación entre la dictadura y la empresa Ledesma organizaron cortes de luz en varias localidades de Jujuy, para secuestrar trabajadores, estudiantes y militantes. La empresa a cargo de Blaquier aportó los vehículos con los que se secuestraron personas y a los propios trabajadores del ingenio.