Seguramente gran parte de la sociedad clamará condenable toda violencia de género, acoso o abuso sexual. Ello, por un lado. Es claro también que encontramos la incidencia de la violencia machista en el mundo del fútbol, en el mundo deportivo. La violencia de género se ha ejercido con total impunidad por permanecer tradicionalmente oculta en el ámbito privado, como si se tratara de un problema particular o íntimo. Pero actualmente se ha tomado conciencia de la gravedad y problema colectivo de estas violencias, y las instituciones deportivas ya no pueden apartarse de esa mirada.

Cada vez son más las personas sometidas a la denigración, a la violencia, al racismo, como si el mundo hubiese parado en el tiempo y los avances logrados por el ingenio del ser humano hayan aplacado los derechos del semejante. Y la crueldad y ensañamiento crece. Así lo corroboran los números de los recuentos y/o estadísticas.

Tenemos que incorporar a nuestro raciocinio que un abuso, un acoso, las lesiones o una muerte no pueden ser más permitidos en la actualidad. Por ello no podemos solo seguir instruyendo a las mujeres a cuidarse dentro y fuera del hogar, debemos enseñar y reeducar a los varones. Se debe buscar y lograr ese cambio cultural tan deseado y para ello debemos partir desde la base de la educación con perspectiva de género e igualdad.

Por eso el trabajo también tiene que enfocarse en las niñas, niños y adolescentes. A esta altura de las circunstancias, sostengo que los clubes tienen la posibilidad única de llegar con un mensaje y trabajo concisos contra la desigualdad y así hacerse cargo de la responsabilidad social que poseen más allá de lo meramente deportivo. Buscando cumplir un rol fundamental en la construcción de una institución más igualitaria.

En nuestro país las instituciones deportivas, las asociaciones civiles, poseen una variada paleta de actividades sociales y de esparcimiento, ello lleva a una fuerte ponderación cultural y organización de actividades a favor de la masa societaria con actividades formativas e informativas. En este punto es donde resultaba imprescindible abarcar la temática en cuestión, y adoptar medidas necesarias para cumplir con los fines y preceptos de la Ley 26.485,«Ley de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales» del año 2.009.

El Área de Violencia de Género del Club Atlético Vélez Sarsfield, fue creado en marzo de 2018, presentándolo oficialmente en sociedad en la 44ta. edición de la Feria del Libro de Buenos Aires de La Rural. Las tareas principales son las medidas de prevención como principal método para combatir las violencias. Para ello se promueven acciones de sensibilización, difusión y formación sobre la problemática.

Trabajando con diversas direcciones de capacitación, sea con modalidad de charlas, jornadas, talleres, presentaciones de libros, proyección de documentales. Ello en las disciplinas deportivas y culturales, además de trabajar conjuntamente con el Instituto Dalmacio Vélez Sarsfield (con educación inicial, primaria, secundaria y terciaria).Además, en el caso de Vélez Sarsfield , el departamento posee las funciones de recepción de consultas o denuncias, observación y seguimiento de todas aquellas intervenciones.

Otra de las tareas fundamentales es la de orientar, asesorar y contener en forma gratuita a aquellas personas que se sientan víctimas.Sumado a ello, desde la experiencia de C.A.V.S., sin tener la obligatoriedad que hoy es inicio de nuevos reclamos legislativos, comenzamos a trabajar con la capacitación en te- mas de género con claro encuadre a la ley 27499 de diciembre de 2018 conocida como Ley Micaela.

Ahora bien, tras quebrantar todas las estructuras patriarcales que regían en las organizaciones deportivas, la conformación del Área de Violencia de Género en el club de Liniers, trajo un impacto que fue sumamente positivo. Tras ese objetivo ambicioso de crear y poner en funciones el departamento, se convirtió en un modelo de gestión de mejora e innovación basado en el compromiso. En esta línea, si se logra trabajar desde otras instituciones para detectar y escapar a estereotipos y prejuicios, respetar a la otra persona, valorar su espacio, su personalidad, su creencia y su cuerpo se podrá inspirar al cambio que tanto necesitamos como sociedad.

El deporte en general, más allá del fútbol, tiene un gran impacto en la sociedad argentina por ello es un orgullo pensar que se fomente la formación de equipos de trabajo en pos de la prevención y lograr una mayor sensibilización en el colectivo deportivo, sacando el mayor provecho a las sinergias existentes.

El surgimiento en Vélez de este primer departamento de género contra la violencia machista, con su respectivo su protocolo y una cláusula específica e inédita para todos los jugadores de fútbol profesional masculino y el cuerpo técnico, marca un camino escabroso que no todos los clubes podrían estar dispuestos a seguir. Sin perjuicio de ello, se convierte en un valor fundamental pensar que debemos instalar la necesidad de trabajar con y para estos reclamos sociales que tantas veces dejan una víctima fatal. Mujeres asesinadas en manos de su pareja o expareja, más allá de todas las medidas de restricción y dispositivos que muchas veces no dejan de ser paliativos que la justicia ofrece.

Con esa visión se creó el primer protocolo contra la violencia de género en el fútbol, el documento que tiene principios rectores como la equidad, la prevención, el respeto y la confidencialidad, la no revictimización y el asesoramiento. También clasifica las conductas a fin de tener esa tipificación como referencia y orientación para el procedimiento de acción y sanción. Además, enmarca ese procedimiento a seguir ante las distintas situaciones.

La inédita cláusula se transformó en emblema. Todos los jugadores que lleguen a la institución deberán suscribir. Ello hace comprometer a los jugadores a reconocer el protocolo de acción institucional ante situaciones de violencia de género, abuso y acoso sexual, hostigamiento y discriminación, con las normas éticas y morales del club.Lo que se busca con un Departamento de Género es garantizar y respetar su eje principal.

Colaborando con herramientas para erradicar la violencia y la promoción de la paridad, además poder capacitar y lograr la institucionalización de la perspectiva y diversidad de género. No hay posibilidad de vivir en una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria si no contamos con el compromiso en los espacios públicos y privados. Quedarnos complacientes esperando que el proceso solo ocurra no es nuestra idea.

Por ello se seguirán desarrollando herramientas concretas y cumpliendo con los objetivos y prioridades.El trabajo de campo diario permite la permanente actualización de recursos útiles para dar la atención y asistencia incorporándolas a las acciones de trabajo en equipo.Así en nuestro país, desde las instituciones deportivas buscamos que las mujeres y las diversidades logren reivindicar, transformar y conquistar sus derechos luego de tanta invisibilización.

Para ello es esencial que se comience a trabajar y educar con perspectiva de género. Pienso en el deporte como una herramienta, como un hilo conductor para pro- mover la igualdad, desde las bases, la infraestructura, los presupuestos, pero también en cuanto a la participación y representación en todas esferas del deporte, incluido los lugares reales de tomas de decisiones. Por ello seguramente se seguirá dando respuesta fluida, rápida y eficaz para que otras instituciones deportivas puedan avanzar con departamentos similares o programas de prevención.

El modelo Vélez que personalmente llevo adelante, fue replicado en una variada cantidad de clubes, tanto de Argentina como del exterior. Resulta elemental concretar alianzas con diferentes organismos a fin de desarrollar y favorecer acciones de cooperación en ámbitos de mutuo respeto e interés.

Abogada Magister Internacional en igualdad de género. Magister Internacional en prevención de violencia de género. Directora del Departamento de Violencias, Género y Equidad  Club Atlético Vélez Sarsfield. Vicepresidenta Primera del Foro Argentino de la Mujer en el Deporte (perteneciente a la CAD).