La situación de los detenidos en las cárceles del país desde hace años despierta controversias, en cuanto a las condiciones en que viven los internos que son de hacinamiento, insalubridad y una falla estructural, en general, de todo el sistema penitenciario.   

Al respecto, la Defensora Pública de la Provincia de Rosario, Jacqueline Balangione, opinó en una entrevista con medios el encierro masivo “no es la respuesta” a los actuales problemas de inseguridad y narcotráfico y detalló que se pasó de “3.500 presos a 9.300 en ocho años y la sociedad es más violenta”. 

“La única respuesta del Estado es el encierro en condiciones muy malas. Hay superpoblación y mezcla en los pabellones de personas que cometieron delitos (o sospechadas, porque hay muchas sin condena) de distinta índole”, expresó.

Asimismo, explicó que la mezcla de reclusos de distintas bandas genera que “muchachos muy jóvenes con delitos primarios -estén - con hombres que ya tienen una carrera -delictiva-”.

La funcionaria brindó propuestas de planes integrales y criticó que su oficina no forme parte de la mesa de seguridad de su provincia. Al respecto, dijo: “A nosotros no nos invitan, es más estamos prohibidos. Una vez me invitaron y después me llamaron para decirme que fue un error”.

“Se habla de la problemática de las cárceles y nosotros la conocemos porque la recorremos día a día”, opinó refiriéndose a las reuniones de la Mesa y remarcó que hay que “trabajar más sobre las causas” de los problemas.

“Se encarcela en lugar de dar una respuesta que implicaría trabajar con esa persona, con otro mecanismo, no desde el encierro indiscriminado”, concluyó.