El exgobernador de Tucumán y exsenador nacional, José Alperovich, había sido denunciado por su sobrina por abuso sexual, abuso de poder y violación. En mayo de este año, fue procesado por la Justicia tras encontrar evidencia de los hechos tras un fallo del juez en lo Criminal Osvaldo Rappa. El procesamiento quedó firme para pasar a la etapa de juicio oral.
Ahora, Alperovich solicitó ser juzgado por un jurado popular: “Que el pueblo, en democracia, juzgue si los hechos que me atribuyen son reales o no”.
En consecuencia, pidió que la causa cambie a la jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires, donde una reciente ley aprobó el juicio por jurados. Pero la Justicia rechazó el planteo, la defensa lo apeló y adelantó que llegará con su reclamo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
¿Por qué José Alperovich pidió ser juzgado por un jurado popular? El juicio por jurados en un sistema de enjuiciamiento con participación de 12 integrantes de la sociedad civil, solicitado con frecuencia por la defensa de los acusados de violencia sexual. Esto es porque aumentan sus chances de salir invictos, ya que los paradigmas machistas y patriarcales de la cultura a la que responde la sociedad que participa en esos juicios tiende a revictimizar a la víctima y dejar en libertad a los acusados, aunque hubiese pruebas en su contra. En otras palabras, esta modalidad se trata de la última carta a jugar por parte del exgobernador tucumano.
Para ejemplificar esta premisa, puede evocarse el caso de la violación grupal en El Durazno, el camping de Miramar, donde tres hombres mayores de edad violaron a una menor de 14. Los tres sujetos cumplían desde entonces prisión domiciliaria pero pidieron ser juzgados en un juicio por jurado popular, donde consiguieron no sólo ser absueltos, sino que se culpabilizó a la niña de 14 años por el delito.
“El juicio por jurados debería ser vedado para casos de violencia de género”, había dicho a Tiempo Judicial Maximiliano Orsini, abogado defensor de la familia de la menor.
“Lamentablemente, la sociedad argentina no está preparada para juzgar estos hechos porque está instalado el prejuicio hacia la mujer. Todavía tenemos resabios de una sociedad machista y patriarcal, por lo que entiendo que sería injusto para la víctima que la sociedad la juzgue”, explicó el letrado.
Y completó: "En los casos de violencia de género, el jurado no debería resolver porque son cuestiones y pruebas muy complejas que requieren preparación, y esa preparación la tienen los jueces, no la tiene la sociedad todavía”.
En este sentido, cabe mencionar que la provincia de Córdoba es la primera provincia en tomar cartas en el asunto tras detectar que en algunos veredictos de estos juicios por jurados se han dejado en libertad a abusadores sexuales. No sólo en esos casos algunas de esas sentencias fueron anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba sino que también brindó al jurado civil una capacitación sobre perspectiva de género con base en la Ley Micaela.
Es que, a diferencia de las y los magistrados que están obligados a capacitarse en materia de género por la Ley Micaela, el jurado popular no. Si bien esto no es garantía de fallos no machistas, ambos sistemas deberían ser preparados para no realizar veredictos que reproduzcan sistemas de discriminación de género.
Durante el año 2021, el Poder Judicial de Córdoba celebró 77 juicios con jurados populares. Un informe elaborado por la Oficina de Jurados Populares, que depende de la Secretaría Penal del Tribunal Superior de Justicia, precisó que 36 de estos juicios estaban relacionados con hechos de violencia de género. Estas cifras se replican en otras provincias que cuentan con jurados populares, por lo que la Justicia tiene puesto el ojo en el tratamiento de este tipo de juicios con delitos del ámbito sexual.
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