El presidente de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura de la Nación, Horacio Rosatti; el vicepresidente del Máximo Tribunal, Carlos Rosenkrantz, y los consejeros de la Magistratura Alberto Lugones, Juan Manuel Culotta y Agustina Díaz participaron este miércoles del acto inaugural del Cuerpo Interdisciplinario Forense para los Juzgados Nacionales de Primera Instancia en lo Civil con competencia en cuestiones de familia y la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
El acto se realizó en la sede de la Cámara, con la participación de su presidenta María Isabel Benavente; el vicepresidente primero, Sebastián Picasso; el vicepresidente segundo, Roberto Parrilli; jueces del fuero, e integrantes de la flamante dependencia.
En este sentido, Rosatti se refirió al Poder Judicial y las vacantes que tramitan en el organismo que preside: “La Justicia argentina necesita también mayor cobertura desde el punto de vista cuantitativo: hay que activar la cobertura de los juzgados sin cubrir”, expresó Rosatti. Por eso, anunció que, con miras a reducir las demoras en los nombramientos, “vamos a trabajar con los consejeros para generar concursos anticipados, y no tener que estar ‘corriendo’ detrás de cada vacante”.
En este sentido, Rosatti también señaló que “nuestros conocimientos desde lo técnico muchas veces requieren de un asesoramiento específico, y ese es el caso de las delicadas cuestiones de familia. Más allá de lo estrictamente jurídico, desde una perspectiva humana esto nos va a permitir brindar al justiciable un servicio de mayor calidad”.
Además, valoró el trabajo conjunto que permitió concretar el proyecto, cuya puesta en marcha implica –en una primera etapa– la incorporación de 24 profesionales en psiquiatría, psicología y trabajo social designados en agosto pasado por concurso, en los términos de la resolución 3224/2021 que dictó la Corte a fines del año pasado.
Benavente, abrió la ceremonia con un mensaje en el que celebró la creación del Cuerpo. Un hito que materializa un anhelo histórico del fuero –el inicio de la gestión se remonta a 2012–; y que, sostuvo la camarista, no responde solo a un imperativo de las convenciones internacionales sino a una creciente demanda de la ciudadanía.
“Cada vez tenemos conflictos de familia más complejos y necesitamos la mirada de quienes nos pueden proporcionar alternativas y ayudarnos a elaborar estrategias”, comentó Benavente. “La sociedad nos está exigiendo una respuesta más cercana, que contemple la necesidades reales y actuales de la conflictividad en el seno de las familias –agregó–. La mirada de quienes nos formamos en derecho no es suficiente: necesitamos el complemento de otros abordajes que colaboren con la Justicia. Este Cuerpo va a aportar un enfoque más dinámico e integral”.
El viernes pasado, en tanto, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema brindó una capacitación presencial a los y las profesionales -ocho por cada especialidad entre psicólogos/as, psiquiatras y trabajadores/as sociales que conforman el Cuerpo. El taller, realizado en Salón Antonio Bermejo del Máximo Tribunal, en el cuarto piso del Palacio de Justicia, tuvo como propósito reflexionar sobre el cumplimiento de la Debida Diligencia y su aplicación en casos de violencia de género a través de ejercicios prácticos y mediante el uso de material audiovisual.
La conformación de estos equipos está contemplada en diversos instrumentos internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (leyes 26.378 y 27.044), ambas con jerarquía constitucional; la Ley N° 26.061 sobre “Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”; la Ley N° 26.485 de “Protección Integral de las Mujeres”, y la Ley N° 26.657 de “Salud Mental”. Asimismo, el Código Civil y Comercial de la Nación prescribe que los magistrados ante los cuales tramitan las causas de familia “deben ser especializados y contar con apoyo multidisciplinario”, y que cuenten para expedirse con el dictamen de un equipo interdisciplinario.
Comentarios recientes