El Tribunal Oral en lo Criminal N° 14 de la Ciudad de Buenos Aires absolvió a seis profesionales que fueron imputados por la muerte de un paciente del Hospital Borda donde estaba bajo tratamiento. Desde el CELS destacaron que el caso “pone en evidencia las dificultades que deben atravesar las víctimas para que el poder judicial investigue tratos crueles y fallecimientos en manicomios”.

Matías Carbonell tenía 23 años cuando murió mientras estaba bajo tratamiento en el neuropsiquiátrico Borda de la Ciudad de Buenos Aires. El 19 de octubre de 2010 fue trasladado al Hospital Penna a dónde llegó inconsciente y en estado crítico. EL joven había sido torturado, los médicos dieron aviso a la policía tras constatar diversas lesiones entre las que se incluían quemaduras compatibles con pasaje de corriente eléctrica. El joven murió 24 días después.

En diciembre de 2009 Matías había sido trasladado en forma violenta desde el Servicio 25-B al 14-22 del Borda. Sobre este sector pesaba una medida cautelar de cierre urgente por las condiciones peligrosas y humillantes en las que se encontraban las personas internadas. No obstante, el sector seguía funcionado.

El joven sufrió agresiones y soportó diversas formas de violencia y hostigamiento por parte de les profesionales. Un dato no menor es que había sido elegido por sus compañeros como delegado y era el impulsor de reclamos para lograr mejores condiciones de internación. Estuvieron imputados en la causa un psicólogo, dos psiquiatras y tres enfermeros.

 

 

Sin embargo, el TOC N° 14 de la Capital Federal, absolvió a todos los imputados, entre ellos los profesionales Roberto Luis Capiello, psicólogo y jefe del servicio; Fabián Gustavo Pintow, psiquiatra del servicio; y Silvia Beatriz Scheweitzer, psiquiatra. “El resultado de este juicio pone en evidencia las dificultades que deben atravesar las víctimas para lograr que el poder judicial investigue las muertes en contexto de encierro”, explicaron desde el CELS.

También, destacaron que “durante los largos años que se extendió el proceso, el Ministerio Público Fiscal nunca escuchó a las víctimas”, algo que se suma a una “larga lista de actitudes desaprensivas de les funcionaries judiciales frente a las personas con sufrimiento mental: las larguísimas demoras, la falta de empatía y desconsideración del testimonio de la familia, la naturalización de la sobremedicación y los tratos crueles en instituciones psiquiátricas”.

En el sumario administrativo que llevó adelante el Gobierno de la Ciudad se pudieron constatar las múltiples irregularidades que caracterizaron el trato que recibió Matías en el Borda, y se sancionó a les funcionaries responsables con cesantía. Aunque el proceso judicial también demostró la necesidad de que la Ciudad cumpla con la Ley Nacional de Salud Mental y cierre estas instituciones para que las personas con problemas de salud mental. “Pese a los hechos y responsabilidades que pudimos probar, el Tribunal igualmente resolvió absolverles”, concluyeron desde el CELS.