Varios meses pasaron desde que finalizó el juicio por la “Masacre de Wilde”. El hecho, ocurrido hace casi 30 años, espera que la condena dada a los siete responsables, al menos los que llegaron a esta instancia de juicio, quede firme y sean encarcelados.

El Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, compuesto por los jueces Marcelo Hugo Dellature, Luis Miguel Gabián y Claudio Fernández, es quien en diciembre del 2022 falló en su contra, pero actualmente se espera el pronunciamiento del Tribunal de Casación bonaerense que confirme penas por un hecho de hace 30 años... 

“El 19 de diciembre se dictó una condena insuficiente, porque le dieron 25 años por homicidio simple y nosotros desde el 2015 pedimos un homicidio agravado con condena perpetua a todos los integrantes a todos los asesinos”, aclaró Raquel Gazzanego, esposa del vendedor de libros Edgardo Cicutín, uno de los cuatro asesinados, en diálogo con Tiempo Judicial. 

En esa línea, explicó que el Tribunal “no solamente dio una pena insuficiente, sino que además decidió que no iban a ir a prisión hasta tanto la condena esté firme”, y detalló que “hay que esperar a Casación a ver qué dice, pero igual ya fue elevada una queja y pedimos una reunión, porque  ya pasaron siete meses desde que finalizó el juicio y Casación tomó la causa en junio y tienen seis meses para deliberar”. 

Ante la impotencia de los tiempos procesales y el desgaste de casi tres décadas de pedir justicia, Gazzanego afirmó: “Sabemos que se pueden tomar el tiempo del mundo y hay que ver si realmente casación dictamina una prisión efectiva, porque sino vamos a tener que esperar a la Corte Suprema. En este punto me siento violada desde hace muchísimos años por estos juicios”. 

Además tienen toda la de ganar ellos, nosotros éramos a quienes durante el juicio nos agredieron, éramos a quienes nos revisaban los bolsos, teníamos que esperar para entrar, los familiares de las víctimas somos los que venimos siendo golpeados desde el día que nos hicieron ser familiares de la víctima de violencia institucional”, lamentó Gazzanego. 

Por su parte, el abogado Ciro Annicchiarico, representante de Gazzanego, explicó que aún si hay una rectificación de la condena, los abogados defensores de los acusados tienen el derecho de ir a la Corte de la provincia, luego a la Corte de la Nación, hasta agotar todas las alternativas. No obstante, aseveró que “con que ratifique las condenas, como homicidio simple o agravado, ya hay una doble coincidencia, lo que en derecho penal se conoce como doble conforme, y ya me autorizan a pedir las detenciones porque hay una coincidencia de dos tribunales”, dijo el letrado de la familia que reclama con urgencia la detención de los acusados. 

 

No quiere decir que haya desaparecido el principio de inocencia, porque siempre está hasta que haya una condena firme, pero se transforma en una situación harto difícil de mantener y que justifica”

En tanto, detalló que la causa está en el Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires y se espera que “rectifique el hecho como cuádruple homicidio agravado y una tentativa de homicidio agravado, que es la pena que corresponde con prisión perpetua”, señaló Annicchiarico, y aseguró que dicho pedido “fundado bastante bien, porque hay datos objetivos que implican un error material clarito en el que incurrió el Tribunal, más allá que fue un fallo realmente”. 

“El tribunal denegó la calificación como homicidio agravado porque dice que la primera vez que yo pedí esa calificación fue cuando alegué en el juicio, y ha cometido un error garrafal, porque basta con leer el expediente para advertir que yo pedí la calificación como homicidio agravado desde que produje el primer requerimiento de elevación a juicio cuando todavía estaba en primera instancia”, concluyó el letrado. 

Cabe recordar que la masacre fue cometida el 10 de enero de 1994 en la localidad de Wilde, cuando Edgardo Citutín, Norberto Corbo, Enrique Bielsa y Claudio Mendoza fueron acribillados bajo una lluvia de más de 200 disparos por parte de la policía que argumentó haberlos confundido con ladrones, teoría que siempre fue negada por la familia de las víctimas.