Roxana Carrizo fue liberada de prisión el 6 de julio de 2023. Cuando salió, con su certificado de libertad después de dos años y medio de encierro sin condena, fue porque el Tribunal en lo Criminal N°4 del Departamento Judicial de Quilmes la absolvió en un juicio en el que enfrentó acusaciones terribles. A pesar de su inocencia, las secuelas de su encarcelamiento injusto persisten y ella lidia con las mismas día a día desde que recuperó la libertad a un costo altísimo.
Roxana fue detenida en febrero de 2021 en el Hospital de Quilmes mientras acompañaba a su hija enferma. Acusada de corrupción de menores y prostitución, su vida cambió drásticamente. A pesar de las denuncias que había presentado para proteger a su hija de abusos, fue arrestada en medio de acusaciones falsas. Su tiempo en prisión fue una odisea que la llevó a varios penales, enfrentando riesgos y acusaciones infundadas.
Llegó a la Unidad N°40 de Lomas de Zamora como primera instancia, tras 17 días de haber sido detenida. Aunque tambien se trasladó de un penal a otro, porque para el sistema era un problema no poder garantizar su bienestar. Al respecto, recordó que “la guardia del Penal de Lomas de Zamora fue como un ángel", y explicó que "querían armar un lugar para que las que tenían 'causas especiales' no terminasen muertas. Entonces agarró mi caso y me mantuvo aislada del resto del pabellón porque si yo llegaba a entrar ahí me sacaban muerta. Me metieron en el buzón”.
Se la acusó de prostituir a sus hijas, una acusación que siempre indicó que es falsa que fue ampliamente difundida en los medios de comunicación. A pesar de ser absuelta en el juicio y de las declaraciones de sus hijas que afirmaban su inocencia, Roxana enfrentará desafíos continuos en su lucha por recuperar a sus hijas y rehacer su vida.
La historia de Roxana Carrizo es un doloroso recordatorio de cómo el sistema puede victimizar a las personas, especialmente a las mujeres, en situaciones de vulnerabilidad. Aunque absuelta, enfrenta una lucha adicional para reencontrarse con sus hijas, que también fueron judicializadas debido a su ausencia. La falta de apoyo por parte del sistema de justicia y la necesidad de abogados para recuperar la custodia de sus hijas reflejan una vez más la falta de protección y reparación adecuada para las víctimas.
Roxana, a pesar de su dolor y sufrimiento, busca reconstruir su vida. Con 35 años, una absolución y la determinación de estar con sus hijas nuevamente, ella enfrenta el sistema legal y esta vez en el Tribunal de Familia para recuperar a sus hijas. Su experiencia destaca cómo la exigencia de ser una "buena madre", especialmente cuando se es una madre de bajos recursos, puede llevar a acusaciones injustas y a la pérdida de derechos fundamentales.
La historia de Roxana Carrizo es una llamada de atención sobre la importancia de cuestionar y reformar un sistema que puede llevar a injusticias extremas. Su valiente lucha por la verdad y la reunión con sus hijas es una prueba de su fortaleza y resiliencia en medio de la adversidad. Mientras busca recuperar su vida y su relación con sus hijas, su historia también debería ser un recordatorio de la necesidad de empatía y reforma en el sistema de justicia.
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