Hace más de tres años, se descubría el cuerpo de Facundo Astudillo Castro en un cangrejal cerca de Bahía Blanca, en la zona de Villarino Viejo. A pesar de que la autopsia confirmó que el joven de 22 años había muerto por asfixia y sumersión en un acto violento, la causa parece haber quedado en punto estancado. Las denuncias de irregularidades en la investigación judicial, así como contradicciones e inconsistencias en los testimonios de los agentes de la policía de la provincia de Buenos Aires vinculados al caso, han contribuido a la frustración de la búsqueda de justicia.

En respuesta a la falta de avance en la causa, Amnistía Internacional organizó un encuentro en sus oficinas, donde participaron Cristina Castro, la madre de Facundo, junto a sus abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, así como Margarita Jarque, querellante institucional de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina, encabezó la mesa.

Cristina Castro, madre de Facundo, expresó su dolor y frustración: "Mi vida quedó detenida hace 3 años y medio. Con todas las pruebas que tenemos y que al día de hoy no haya ni imputados ni detenidos, significa que la Justicia nos está tomando el pelo. Los jueces y fiscales deberían hacer su trabajo para garantizar justicia y reparación. El Estado debe imputar a los policías responsables por la desaparición y muerte de Facu”.

Paola García Rey también señaló las deficiencias del sistema judicial argentino y opinó que Argentina muestra profundas falencias para superar los patrones de impunidad que atraviesan este tipo de casos", y remarcó que "por un lado, el Estado es incapaz de garantizar una búsqueda inmediata, exhaustiva y diligente, que determine el paradero de una persona desaparecida; y por el otro, ha mostrado una incapacidad y falta de voluntad de investigarse a sí mismo, habilitando a que la trama de poder que subyace a estos casos se imponga por sobre la justicia”.

El caso de Facundo Astudillo Castro comenzó cuando fue detenido por la policía en Mayor Buratovich en la provincia de Buenos Aires el 30 de abril de 2020, durante la cuarentena del COVID-19. La familia denunció su desaparición el 2 de julio ante la Justicia federal. Tras una búsqueda global liderada por Amnistía Internacional, en septiembre de 2022 se confirmó que los restos hallados en un cangrejal pertenecían a Facundo.

La CPM ha señalado que las denuncias por mal desempeño contra la jueza y el fiscal que inicialmente intervinieron en la causa aún no han avanzado. Los abogados de la familia enfatizan que “no hay más nada que probar” en la causa, y subrayan que es necesario avanzar con las imputaciones. A más de tres años de su muerte, el caso de Facundo sigue siendo un recordatorio de las dificultades persistentes en el sistema judicial y la lucha por la justicia y la reparación.