Habló el fiscal tras la condena a Alperovich y dio detalles de la sentencia

Luego de la condena a 16 años de prisión para José Alperovich, el fiscal de la causa, Sandro Abraldes señaló que el caso “es sólido y está todo a la vista”. Adelantó que la defensa del exgobernador pidió su excarcelación y brindó detalles de la sentencia.

"Presentó un pedido de excarcelación, supongo que no contará con que el juez deshaga lo que hizo ayer, sino que, cuanto antes, provocar la instancia de revisión de la Cámara", señaló al tiempo que adelantó que rechazará el pedido.

En referencia a la decisión del juez Juan Ramos Padilla de ordenar la prisión preventiva, Abraldes remarcó: "Esta fiscalía había intervenido en un juicio del año pasado por un femicidio que venía impune desde hacía muchos años, el de Maríanela Rago Zapata. La Fiscalía había pedido la detención preventiva del acusado, que terminó condenado. Y este juez había hecho lugar. Nosotros veníamos teniendo claro cuál era la línea de este juez".

"Es sólido y está todo a la vista”, indicó sobre el caso y, al igual que lo hizo en su alegato, volvió a sostener que Alperovich había elegido a la víctima desde el primer día con la intención de abusarla.

"A esa conclusión llegamos por cómo se inició el vínculo profesional entre abusador y víctima. La vio en un acto y dijo ‘la quiero para trabajar conmigo’. Y su círculo más cercano hizo todo para eso. Y no es que se sumó a la campaña para pegar afiche, se la llevó a trabajar con él directamente. Y el mismo reconoció que la convirtió en su número dos”, señaló en diálogo con Radio Con Vos.

En referencia a la connivencia de la familia del político, reflexionó sobre los chats que fueron parte de la causa.

“Había unos silencios muy sugestivos de la propia hija de Alperovich, que era muy amiga de ella. También de la exsenadora Beatriz Mirkin. La víctima sostenía que había hablado con Mirkin antes de presentar la renuncia al espacio, 15 días antes de la elección para gobernador, a la que Alperovich buscaba acceder por cuarta vez. Desde el círculo de Alperovich decían que estaba claro que la víctima había renunciado por una cuestión de salud, que estaba muy agobiada y estresada. Lo que no se corresponde con eso es que si alguien se aleja del espacio por una cuestión de salud usted no lo llame después si tiene cierta relación de amistad. Los chats tenían un silencio que gritaban en ese sentido”, remarcó.