El gendarme Héctor Guerrero fue procesado por lesiones gravísimas y abuso de armas tras disparar un cartucho de gas lacrimógeno que impactó en el cráneo del fotoperiodista Pablo Grillo durante una manifestación el 12 de marzo pasado frente al Congreso.

La jueza María Servini firmó el fallo, que incluye un embargo de $203 millones sobre Guerrero por los daños causados y gastos del proceso, aunque el procesamiento fue sin prisión preventiva.

Según el juzgado, Guerrero realizó seis disparos prohibidos, uno de los cuales hirió gravemente a Grillo.

PABLO GRILLO | El peritaje estableció que el gendarme no habría disparado como lo indica el protocolo

El informe médico forense detalló las graves lesiones sufridas por el fotógrafo, que incluyen fractura expuesta de cráneo y hematomas, con más de 30 días de incapacidad laboral y riesgo de vida.

El manual del arma usada indica que no debe dispararse directamente contra personas, sino en forma oblicua hacia el suelo.

Guerrero declaró ante el juez Ariel Lijo, afirmando que no tuvo intención de lastimar y que los disparos fueron hechos de forma antirreglamentaria.

Esta causa se suma a otras investigaciones por el uso excesivo de fuerza en manifestaciones y la vulneración a la prensa durante la gestión actual.

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