En el marco de las próximas elecciones de la representación de los jueces en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos que se desarrollarán mañana, Tiempo Judicial dialogó con el titular de la lista “Justicia, Pluralidad y Autonomía”, Dr. Darío Reynoso, juez del juzgado N° 24 del fuero Contencioso, Administrativo y Tributario. Pese a ser consultado en varias oportunidades, el otro candidato, el Dr. Marcelo Vázquez, no quiso dar su testimonio.

 

Tal como indica la plataforma de propuestas, la lista surgió con el compromiso principal de “oponerse a cualquier tipo de sanción o enjuiciamiento de magistrados por el contenido de sus fallos”. Este objetivo se refiere a lo ocurrido en 2015 con el Dr. Sergio Delgado, juez de Cámara del fuero Penal, Contravencional y de Faltas, que fue llevado a un jury de enjuiciamiento “por fallar según su propio criterio y no seguir la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia”. Finalmente, dicha acusación fue desestimada por aquellos consejeros que la habían promovido. Para Reynoso, María Araceli Martínez y Francisco Ferrer, los titulares de la lista, esto fue un “intento malogrado de avasallar la independencia judicial”.

 

A partir de este caso concreto, ¿qué medidas concretas propone su lista para afrontar la oposición a las sanciones o enjuiciamientos de magistrados de esta índole?

 

De los 9 miembros del Consejo de la Magistratura, antes se requería una minoría de 7 para llevar adelante un jury de enjuiciamiento a un magistrado. Actualmente, con la reforma de la ley 31 se bajó esa cantidad a 5 y creemos que es una mayoría muy exigua. Hoy se puede formar una mayoría circunstancial que muchas veces puede estar más cercana a ciertos factores de poder que tienen interés en llevar a un juez a juicio político. El jury - en el caso de Delgado – fue desistido en el momento del juicio porque no se sostenía en su propia estructura, que un juez falle según sus criterios hace a la función de un juez. Hubo una clara intención de disciplinamiento político al magistrado.

 

En ese sentido, tanto su lista como la del Dr. Marcelo Vázquez hacen hincapié en la Autonomía y en la Independencia, respectivamente, del Sistema Judicial. ¿Es una marca de época la creencia que se perdió la independencia de este poder o efectivamente algo así está sucediendo?

 

Muchas veces las cosas que decidimos los jueces no son del agrado de la política. Justamente los jueces tanto los penales como los contenciosos administrativos no estamos para resolver conforme a los dictados de la política. Que nuestros fallos puedan tener repercusión política es una cosa totalmente distinta a que los jueces estemos para hacer política con nuestros fallos. Hay cosas que les gustarán y hay cosas que no. Muchas veces fallamos a favor del gobierno y esto no nos convierte en oficialistas. Y que a su vez, que fallemos en contra del gobierno no nos convierte en opositores. Resolvemos de acuerdo a nuestro criterio y puede que a veces nos equivoquemos,  para eso están las instancias superiores para que nos revoquen o nos cambien los fallos. Pero no para que el poder político, este o cualquier otro, no le gusten nuestros fallos y eso se haga motivo para hacer juicio político.

 

Foto Reynoso

 

¿A qué se refiere cuando en las propuestas habla de una nueva representación judicial?

 

Para nosotros no basta con que el consejero juez vaya y se instale en su despacho del Consejo de la Magistratura y desde allí deje de tener contacto con sus representados. Esto no es una crítica particularizada a ninguno de los colegas que hasta ahora nos han representado, pero muchas veces las tareas en el Consejo son tantas y tan arduas que muchas veces hacen que se pierda el contacto directo con los representados. Se pierden las perspectivas acerca de cuáles son las reivindicaciones, las necesidades y la actualidad de la labor de los magistrados. Queremos facilitar la participación, hacer algún tipo de procedimiento que tenga más en cuenta a los representados e intercambiar pareceres ante cada tema concreto. Queremos que haya una consulta cuasi permanente con los representados especialmente en los temas arduos, entre ellos el traspaso de la justicia, que es un tema fundamental.

 

¿Por qué es fundamental para el Consejo de la Magistratura la transferencia de la Justicia Nacional a la órbita porteña?

 

Nuestro temor es que en este famoso tema del traspaso todo termine en una especie de negociación o arreglo entre el Poder Ejecutivo nacional y el Ejecutivo de la C.A.B.A., que además hoy por hoy comparten el mismo signo político, en el cual el Consejo termine siendo un mero espectador o ejecutor de las políticas que decidieron otros. Los que estamos en el colectivo de esta lista creemos que el Consejo tiene una participación insoslayable en la defensa de la propia independencia del Poder Judicial respecto de los poderes ejecutivos y del poder legislativo.

 

En ese sentido, el Consejo tiene que tener una participación específica exclusiva e insoslayable. Se dice que se va a empezar por el fuero penal y eso nos tiene un poco preocupados en el buen sentido porque eso implica una coordinación acerca de competencias, de jerarquías y de una problemática que va a requerir la participación de voces especializadas. No hay nadie más especializado que los penalistas, que sean escuchadas las voces de los propios jueces y que los magistrados penales puedan definir concretamente cuál es el mejor mecanismo y cuáles son los problemas que se podrían presentar en este tipo de cuestiones. Sería muy importante que ante el eventual traspaso del fuero penal o cualquier fuero, que se cree una comisión asesora del Consejo que diagnostique el estado de situación del fuero penal.

 

¿Cuál es su opinión de la relación de la Justicia y los medios de comunicación?

 

Es cierto que uno puede dar a conocer sus sentencias, aunque quien lo hace son los medios. Pero si uno tiene esa facultad también debería hacerlo. Hay un viejo dicho que, que pertenece a una justicia más histórica, dice que los jueces hablan por sus sentencias. Yo creo que hablan por sus sentencias pero si las pueden explicar a la sociedad es mucho mejor.

 

¿Cuáles cree que son las cuestiones que hoy genarar demora en el sistema judicial porteño y cómo podrían afrontarse?

 

Cuando se habla de la lentitud de la justicia hay una tendencia natural, y es obvio que la ciudadanía lo vea así, a pensar que es todo responsabilidad de la justicia. Muchas veces la lentitud corresponde a los propios tribunales, pero no es el único factor. Y diría que muchas veces no es el más importante. Los tiempos que tenemos para responder que a veces no son todo lo rápido que uno podría desear o que la demanda social de justicia podría desear. No somos los únicos actores: a veces las partes se toman su tiempo en plantear acciones y se hacen lagunas. Que la justicia es lenta es una realidad que no puedo desconocer pero las causalidades son múltiples.