La Fundación del Directorio Legislativo y el sitio Parlamentario.com publicaron un informe sobre las profesiones de los legisladores. Una inmensa mayoría de los diputados y senadores tiene título de abogado. Puntualmente un tercio de la Cámara baja y cerca de la mitad en el Senado. La segunda actividad tiene que ver con la docencia, pero también hay muchos ingenieros y contadores.

 

No es algo exclusivo de la Argentina; por el contrario, se replica en todos los parlamentos del mundo: la mayor parte de los legisladores tienen título de abogado. Es una relación curiosa que hermana a la política y el Derecho, la que hace que sean esos profesionales los más inclinados por vincularse a la actividad política.

 

Queda claro al ver la profesión de aquellos que nos han gobernado durante las últimas décadas: una abrumadora mayoría de abogados, matizada tristemente por las sistemáticas incursiones de militares que han irrumpido desde 1930 con sus golpes. En la actualidad se da la situación excepcional de que por primera vez gobierna la Argentina un ingeniero, pero mirando hacia atrás nos encontramos solo con abogados, al menos desde la recuperación democrática. Veamos: Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), Néstor Kirchner, (2003-2007), Eduardo Duhalde (2002-2003), Adolfo Rodríguez Saá (2001), Fernando de la Rúa (1999-2001), Carlos Menem (1989-1999) y Raúl Alfonsín (1983-1989).

 

Antes del Proceso Militar nos encontraremos con el interregno peronista en el que, curiosamente, no hubo abogados. En esa cuenta regresiva nos encontramos con María Estela Martínez de Perón (1974-1976), que no tenía título alguno; Juan Domingo Perón (1973-1974), militar de carrera; Raúl Lastiri (1973), un empleado que en la segunda presidencia de Perón fue nombrado en el cuerpo diplomático, y cuyo único contacto con el Derecho fue ser empleado, tras la caída del General, en la revista jurídica La Ley. Y finalmente Héctor J. Cámpora (1973), de profesión odontólogo.

 

Pero volvamos al Congreso, donde precisamente el titular de una de las dos cámaras, Emilio Monzó, trazó una diferenciación entre dos carreras. Fue en el Foro de Inversiones recientemente realizado en Buenos Aires, donde destacó que el actual presidente sea ingeniero: “Lo digo como abogado: tenemos un ingeniero como presidente, y eso ya es previsible. Hoy hay un presidente que lo que habla lo cumple”.

 

Más allá del ruido que pueda generarle a sus colegas abogados, lo cierto es que un análisis cuantitativo de las profesiones predominantes en ambas cámaras muestra que un tercio en el Congreso ostenta el título de abogado. Un 33%, con mayor precisión, si se toman en cuenta ambas cámaras. Ahora, bien, en Diputados, el porcentaje se ciñe al 30,3%, mientras que en el Senado se estira al 43,8%, nada menos.

 

La segunda profesión más difundida en la Cámara baja tiene que ver con la educación. El número asciende allí a 19, donde tenemos maestros como Juan Cabandié, Norma Abdala de Matarazzo y Cristina Cremer de Busti, o profesores como Ivana Bianchi, Alicia Besada y Ana Copes, un licenciado en Física como José Luis Riccardo, y una profesora de teatro como Lucila Duré, entre otros. En el Senado, hay cuatro docentes: dos profesoras en Letras, Norma Durango y Teresita Luna; una profesora en Ciencias de la Educación, Beatriz Mirkin, y una profesora nacional de Danzas Folklóricas, Hilda Aguirre de Soria.

 

Entre los abogados, nos encontramos con un procurador, el diputado kirchnerista Luis Cigogna, y tres escribanos, los senadores Walter Barrionuevo y María Laura Leguizamón, y el diputado José Ignacio De Mendiguren. Previsiblemente hay varios licenciados en Ciencias Políticas, 13 en Diputados, entre ellos Carla Carrizo, Silvia Lospennato y Lucila De Ponti, y solo uno en el Senado, Juan Manuel Abal Medina.

También se destacan los licenciados en Economía, siete en la Cámara baja, como el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina, y sus dos vices, Diego Bossio y Marco Lavagna; el presidente de Finanzas, Eduardo Amadeo, y el exministro de Economía, Axel Kicillof. En el Senado, hay dos licenciados en Economía, Eduardo Aguilar y Graciela de la Rosa.

 

En la senda del presidente de la Nación, hay muchos ingenieros en el Congreso. Quince en la Cámara baja, la mayoría de ellos vinculados a la agronomía, como Juan Casañas o Felipe Solá; uno es ingeniero en Recursos Hídricos, Mario Barletta, y hasta una ingeniera Pesquera con orientación Captura, la kirchnerista fueguina Analuz Carol. En el Senado los ingenieros son tres, Julio Cobos, Daniel Pérsico y Jaime Linares.