Son más de 400 los cursos de capacitación laboral disponibles en las cárceles de la provincia durante el primer cuatrimestre del año, según se informó desde el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

 

Desde la Dirección General de Asistencia y Tratamiento y la Subdirección General de Trabajo del SPB, ofrecieron 388 cursos distribuidos en los 56 penales de la provincia con la intención de que los internos adquieran saberes que les aseguren una fuente de ingreso al conseguir la libertad.

 

En los primeros cuatro meses de este año, los detenidos pudieron aprovechar la formación en oficios tradicionales como herrería, electricidad, panadería, chapa y pintura, carpintería y soldadura. Además, el SPB ofreció alfabetización digital, energías renovables, mecánica de motos, producción textil, marroquinería, huerta, peluquería y reparación de PC, entre otros.

 

Crédito: SPB y Justicia

“Buscamos darle a los internos oportunidades de reinserción social para que la prisión no sea un intervalo entre delitos. Priorizamos el trabajo y la educación como herramienta de cambio”, dijo el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari.

 

Según las fuentes, en todo el año pasado se inscribieron 9.146 presos en cursos de capacitación laboral en las cárceles de la provincia de Buenos Aires.

 

Desde que comenzó la reforma en octubre de 2016 se inauguraron o pusieron en valor ochenta y seis nuevos espacios de trabajo, de los cuales setenta y siete se inauguraron en 2017, indicó Ferrari, quien añadió: Actualmente se encuentran en funcionamiento 281 talleres en las diferentes unidades, a partir de lo cual logramos el año pasado un aumento del ciento cincuenta por ciento de internos trabajadores respecto del anterior.

 

El director de Promoción e Inclusión Sociolaboral del SPB, Marcos Di Lorenzo, explicó que “se encararon tres líneas de acción para potenciar las habilidades de los detenidos”.

 

 

Por un lado los Centros de Formación Profesional, por el otro se firmaron convenios con sindicatos, ONGs, cámaras empresariales y ministerios para que se dicten cursos en oficios, y, finalmente, se le dio impulso a una nueva modalidad denominada Capacitaciones No Formales, donde agentes penitenciarios o los propios internos enseñan lo que saben a distintos grupos de detenidos”.

 

Tras la realización de los cursos, los internos reciben diplomas de la formación en oficios tradicionales, como herrería, electricidad, panadería, chapa y pintura, carpintería y soladadura. Pero también en alfabetización digital, energías renovables, mecánicoa de motos, producción textil, marroquinería, huerta, peluquería y reparación de PCs, entre otros.

 
Ferrari agregó que “el trabajo, junto a la educación y el deporte, son componentes fundamentales en la reducción de la criminalidad y la reiterancia”. En este sentido, destacó la puesta en valor de disfrentes espacios en distintas unidades penales, a fin de incorporar mayor cantidad de internos a las actividades.

 

Desde que comenzó la reforma en octubre de 2016, se inauguraron o pusieron en valor 86 nuevos espacios de trabajo, de los cuales 77 se inauguraron en el año 2017. Actualmente, se encuentran en funcionamiento un total de 281 talleres en las diferentes unidades penitenciarias, a partir de lo cual logramos en 2017 un aumento del 150% de la cantidad de internos trabajadores respecto del año anterior, informaron desde prensa del SPB y de Justicia.