Inició el año judicial y el Consejo de la Magistratura de la Nación decidió no perder tiempo frente a las necesidades fiscales del gobierno nacional. Antes de la finalización de la feria, los consejeros convocaron a Comisión de Administración y Financiera (CAF) para tratar la reglamentación* del impuesto al salario. Una iniciativa que si bien lleva tiempo, en los últimos meses tuvo un impulso renovado. Frente a esto vale la pena hacer dos reflexiones.
Maia Volcovinsky - representante U.E.J.N.
El Estado recauda impuestos a los fines de financiarse. Recientemente contrajo una deuda con los organismos internacionales de crédito (FMI) que mes a mes debe ser honrada. El destino de ese préstamo no fue la innovación tecnológica, ni hospitales de alta complejidad, ni escuelas especiales, ni un polo industrial; el destino fue principalmente el pago de intereses de Lebac, Lelic, y otros tantos bonos menos famosos, pero igual de onerosos para todos los que no vivimos de la especulación financiera, sino de nuestro trabajo.
Como el destino de ese préstamo que nos otorgaron no fue el crecimiento de la economía, pero la deuda la contrajimos igual, ahora, para pagarla, el gobierno no tiene mejor idea que meterle la mano en el bolsillo a todo lo que camine y esté bancarizado: jubilado, pensionado, trabajador en relación de dependencia o monotributista, comerciante o empresario registrado.
Hasta aquí, nada nuevo, la mismísima expoliación de la Patria productiva. Acogotarla hasta ahogarla. Complementada por el círculo vicioso de la economía: donde se destinaba un peso para cenar afuera, ahora se despide un mozo. Para ellos sobra gente, la Argentina es para pocos y lo demás no importa nada. Esos pocos piden y el gobierno hace: así es fácil entender que las distribuidoras de servicios (luz, agua y gas) reciban semejante transferencia de recursos del usuario hacia ellas sin el mínimo cumplimiento de inversión en el servicio y, nosotros, los de a pie, pedimos prestado para pagar la luz mientras seguimos padeciendo los cortes de suministro cual si nos lo regalaran.
Es tan claro el saqueo que, como argentinos, nos vemos obligados a preguntarnos, cómo puede pasar esto tan ligeramente? El estado es una perinola cargada donde el que gobierna siempre toma todo?
No. Aunque parezca lo contrario, hay resortes institucionales para que no sea así, Poder Legislativo con representación proporcional de los partidos, aunque a veces no parezca, Poder Judicial independiente, aunque a veces no parezca. Y más que eso, hay una comunidad organizada en distintos ámbitos para reclamar las afectaciones a sus derechos: asociaciones gremiales de trabajadores, de profesionales, de empresarios, de usuarios, deportivas y más.
Mañana, en el Consejo de la Magistratura comienza a discutirse, con representación de jueces, abogados, diputados, senadores, académicos y Poder Ejecutivo, la reglamentación del impuesto a las ganancias: a la carta del gobierno nacional y sus necesidades financieras.
Habrá que ver quiénes convalidan el saqueo para unos pocos. Ayer los jubilados no tuvieron oportunidad de defenderse, el PEN directamente resolvió sumarles los haberes e imponerles el pago de ganancias, como si PAMI fuera primer mundo, como si ayer en diciembre no les hubieran reducido las jubilaciones, como si en agosto pasado no les hubieran quitado la gratuidad a los medicamentos.
El que no comprenda lo insaciable de la ambición financiera, será cómplice de la degradación de nuestro pueblo. En cada ámbito debe resistirse con los resortes institucionales habidos y las organizaciones del pueblo constituidas. Les tocará a los legisladores de la oposición en el Consejo de la Magistratura, a los jueces de la Asociación de Magistrados y a los abogados de los Colegios Profesionales detener este avance sobre los trabajadores judiciales. No dejarse confundir, porque abrir la puerta al saqueo no es la solución, sino el inicio del problema.
Es una etapa de resistencia y ya vendrán los tiempos en que, de conjunto, podamos establecer las bases de justicia que soñamos.
*Vale aclarar que la única reglamentación que el Consejo puede intentar es sobre los rubros imponibles, no así sobre los sujetos alcanzados porque es facultad legislativa y/o de interpretación judicial. Menos aún puede extender la aplicación del gravamen a un universo que resultó excluido por la última reforma. Cualquier extralimitación, tornará en ilegal su accionar.
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