En línea con el inicio del proceso penal, la satírica publicación francesa Charlie Hebdo decidió volver a publicar las doce caricaturas de Mahoma, así como el dibujo de aquella mañana de enero de 2015 que los yihadistas utilizaron para justificar los ataques. En el interior, un mensaje del director: "Nunca nos arrodillaremos. Nunca renunciaremos”, según reproducen medios franceses.

Después de cinco años de investigación, el Tribunal Judicial de París se dispone a juzgar a 14 supuestos cómplices de los atentados de 2015. Esa mañana según la investigación judicial, los hermanos Chérif y Saïd Kouachi asaltaron la redacción de la revista satírica, en París, y en tan sólo 1 minuto y 49 segundos, tirotearon a 12 personas, entre ellas al director de la revista y algunos de sus dibujantes.

El motivo de la masacre habría sido una caricatura de Mahoma publicada aquella misma mañana. Los hermanos Kouachi, bajo el grito "¡Matamos a Charlie Hebdo!", proclamaron haber vengado al profeta Mahoma y, después del tiroteo, huyeron de París. Fueron encontrados a unos 90 kilómetros de la ciudad y abatidos por la policía dos días después.

El atentado tuvo eco mundial y Charlie Hebdo publicó su siguiente número como cada miércoles con el siguiente título en su tapa: "Todo ha sido perdonado", acompañado de una caricatura de Mahoma sosteniendo una pancarta con la frase "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie"), el lema que daría la vuelta al mundo.

Juicio oral

En la jornada de este lunes 7 de septiembre se vivieron momentos de tensión en el tribunal cuando pasaron imágenes “escalofriantes” del día del atentado ante el silencio de todos los presentes en el juicio.

Entre los presentes se instaló un silencio pesado cuando el ex jefe de la sección antiterrorista de la brigada criminal de París, Christian Deau, comenzó su descripción de las escenas del crimen con las fotografías tomadas por los oficiales de policía cuando llegaron a las oficinas del semanario, según informó AFP.

La tapa de la revista tras los atentados.

La primera muestra la puerta principal por la que entraron "los dos terroristas" antes de disparar al webmaster Simon Fieschi, que resultó gravemente herido en el ataque, detalla el investigador.

En una habitación contigua, el cuerpo de Mustapha Ourrad, corrector de Charlie durante 30 años, yace en un charco de sangre. La sala de reuniones no es más que una maraña de cuerpos, entre impresoras y hojas de papel, describió el policía ante el tribunal.

"En total, se encontraron 33 casquillos de bala en el lugar del crimen, 21 de los cuales procedían del arma de Chérif Kouachi", dijo el oficial francés antes de detallar el número de balas que recibió cada víctima y su ubicación exacta.

La primera jornada del miércoles pasado dejó declaraciones rimbombantes del presidente francés y de los abogados de las partes. En vísperas del juicio, el presidente francés Emmanuel Macron defendió la libertad de blasfemia desde Beirut: "Estoy aquí para proteger todas estas libertades. En Francia se puede criticar a los gobernantes, al presidente, blasfemar, etcétera. Una libertad, añadió, que implica una decencia común, un civismo y un respeto y el derecho de dejar al margen el discurso del odio”.

Antes de entrar en el Tribunal, el abogado de la publicación, Richard Malka, se ha sumado a la reivindicación del líder francés: "Esta es la esencia del espíritu de Charlie Hebdo: negarse a renunciar a nuestras libertades, a nuestra risa e incluso a nuestra blasfemia". "Si no se puede ofender a nadie, hay que vivir en cuevas y no se puede discutir con el otro", ha afirmado. El abogado señala que sucumbir ante este principio supone "abandonar el pensamiento libre", agregó el letrado.