El viernes a última hora de la tarde la Corte Suprema firmó la Acordada 14/2021 que resolvió “volver a la presencialidad a todos los empleados, funcionarios, y magistrados con una sola dosis contra el Covid-19 a excepción de las embarazadas y personas con enfermedades consideradas de riesgo, a partir de haberse agilizado el ritmo de vacunación contra el coronavirus”.
Esta medida la tomó dejando en claro que no se podrá pedir desde el mes entrante la la licencia prevista en el punto resolutivo 5° de la acordada 4/2020 con la modificación dispuesta por el punto resolutivo 8° de la acordada 6/2020.
"En las actuales condiciones corresponde adoptar las medidas pertinentes a fin de que la prestación del servicio de Justicia pueda efectuarse de un modo más eficiente", señala la disposición que deja sin efecto la licencia prevista en una acordada anterior.
La medida cuestionada por abogados y jueces fue la que le indicó a la “cámaras de apelaciones nacionales y federales podrán ser convocados, por las respectivas autoridades que ejerzan la superintendencia, a prestar servicios en forma presencial, una vez transcurridos 14 días de la inoculación con alguna de las dosis de las vacunas”.
La CSJN recordó a todo el personal judicial que concurra a los tribunales y dependencias para prestar servicios que deberá adoptar “todas las medidas de prevención, higiene, movilidad y transporte emanadas de las autoridades competentes en el respectivo ámbito” que te contamos en estas placas de Tiempo Judicial.
La palabras de jueces, abogados y empleados
El representante de los jueces en el CM, Alberto Lugones, señaló que “habría que esperar a las dos dosis para volver a la presencialidad” en el Poder Judicial porque “presencial que sea para el que no tiene riesgo de morir". En tanto el gremio judicial también planteó cuestionamientos a la Acordada 14/2021.
Alberto Lugones, juez de la Sala II de la Cámara Federal de San Martín y consejero en representación de los magistrados en el Consejo de la Magistratura explicó en radio Cooperativa que “no estoy de acuerdo con la resolución de la Corte deberíamos esperar a las 2 dosis para volver a la presencialidad" y que "mucho trabajo se puede hacer de forma telemática, la presencialidad debería de ser solo para lo necesario".
En este sentido, agregó que siendo una persona de riesgo "muchos nos cuidamos y estuvimos encerrados durante meses, entonces me duele ver qué de un día para el otro sea todo presencial. Presencial que sea para el que no tiene riesgo de morir".
"Tratamos de ser serios y resolver las cosas para que no haya más contagios, si hay una manga de idiotas que les importa más el rédito político me duele que digan ahora todo va a ser presencial porque la variante Delta está por llegar", sentenció el experimentado magistrado que fue presidente del Consejo.
"Presencialidad en lo que sea necesario e imprescindible, ahí sí. ¿El vago que no se vacunó se queda en la casa? No me gusta esa solución".
"Los turnos van a depender de cada Cámara, más allá de que dependa de la superintendencia de cada Cámara hay flexibilidad para entrar en los distintos juzgados", expresó en el programa de GDD, el presidente de la Asociación de Magistrados, Marcelo Gallo Tagle.
"La acordada tiene tantas zonas grises que te fuerza a la interpretación. La Corte en ningún momento dijo que a partir del 1 de Septiembre se vuelve a la presencialidad absoluta", agregó Gallo Tagle. Mientras que Jorge Rizzo, ex pte. del CPACF y abogado, explicó que es necesaria la vuelta a la presencialidad en especial por el colapso en el fuero laboral pero no coincidió con la acordada de la CSJN que le tiró la "pelota" a la cámaras.
El gremio de los empleados judiciales conducido por Julio Piumato emitió un comunicado con una serie de consideraciones en las cuales exigió “el estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios y que “la presencialidad restringida y el trabajo remoto siguen vigentes”.
La UEJN aclaró que se podrán convocar personal a trabajar independientemente de las edad porque se modificó la licencia especial para grupos de riesgo o mayores de 60 años.
Así que sólo los exceptuados de trabajar de forma presencial si o si serán mujeres embarazadas, y quienes padezcan enfermedades más vulnerables al virus como por ejemplo inmunodeficiencias, pacientes oncológicos o trasplantados, explicaron desde el gremio.
2021-14
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