“Un año más y el 18 de julio sigue siendo un día imposible. Es un agujero en el calendario. Como si no solo hubieran volado la AMIA, sino que también, con ella, el tiempo se hubiera estrellado”, de esta forma Memoria Activa comenzó su discurso en homenaje a 28 años del atentado que dejó el lamentable saldo de 85 muertos y más de 300 personas heridas en la mutual judía del barrio de Once.

Asimismo, el documentó resaltó: “El asesinato de nuestros familiares y amigos dejó un vacío insoportable y nos duelen sus ausencias día tras día, año tras año. 28 años después nos sigue doliendo ese abrazo que fue el último, esa última noche, ese último encuentro, esa despedida. No hay tiempo posible que pueda reparar el dolor de la masacre indiscriminada”.

En esa línea, remarcaron que hay un “sinsentido de la ausencia de respuestas”, y señalaron que “el 18 de julio es imposible porque nos reencontramos con la miseria de los que mataron y la perversidad de los que encubrieron”.

Volver acá después de dos años, no es volver a denunciar las maniobras inescrupulosas de la investigación (porque eso nunca dejamos de hacerlo). Es una forma de volver a las mismas baldosas que fueron y son testigo de nuestra lucha. Hicimos de esta Plaza la lucha que permitió que la causa AMIA no se cerrara”, expresaron desde el organismo tras dos aniversarios que no pudieron realizar el acto de forma presencial por las medidas sanitarias de la pandemia.

En cuanto al proceso judicial, demandaron “la remoción de los fiscales Sebastián Basso y Gonzalo Mirando, a cargo de la Unidad Fiscal AMIA. Exigimos una fiscalía que deje de trabajar para darle continuidad a la impunidad”.

Además, criticaron que “el estado actual de la causa por el encubrimiento del Atentado a la AMIA es otra demostración de que el engranaje de encubrimiento sigue intacto”, y aseguraron que “en febrero de 2019, el Tribunal Oral Federal N°2, quien se encargó de realizar el juicio por el encubrimiento de la investigación, dictó una sentencia acomodada y política, en la que absolvieron a unos y condenaron con penas superfluas a otros”.

“Justicia. No hay nada más que decir. Por los 85 asesinados, por los cientos de heridos y por todas las víctimas que dejó el atentado a la AMIA. Justicia, justicia perseguirás, justicia, justicia perseguiremos”, finalizó el discurso.