Una mujer que trabajaba en un galpón de empaque de Villa Regina, provincia de Río Negro, y que levantaba alrededor de 100 jaulas por día, sufrió una lesión irreversible tras la cual no podrá volver a mover el hombro. En un comienzo, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) dictaminó que no era indemnizable, pero la justicia ordenó que se le pague una indemnización de 5.600.000 pesos.

La lesión, ocasionada por las jaulas de 20 kilos, fue informada por la empleada a la empresa y a la ART. Así fue cómo le dieron las primeras prestaciones y una alta médica 10 meses después. Tras la decisión de la Comisión Médica, que consideró que la lesión no estaba relacionada con el esfuerzo laboral, ella demostró que su lesión era consecuencia de aquel esfuerzo.

Fueron 11 temporadas las que la mujer trabajó, lo que generó un severo desgaste de su salud, detalló la sentencia, por "movimientos repetitivos y posturas inadecuadas durante jornadas prolongadas", que "resultaron ser las condiciones nocivas a las que se vio expuesta la trabajadora y que provocaron el daño en su salud".

Al respecto, la Cámara Laboral Segunda de Roca falló a favor de la señora y, luego de conocer que tiene una incapacidad laboral permanente del 36 por ciento, ordenó a la ART que le pague una indemnización de 5.600.000 pesos y que la Aseguradora le brinde las prestaciones de tratamiento psicoterapéutico "orientado a disminuir la sintomatología de la actora y mejorar su calidad de vida".

La perita psicóloga que estuvo en el juicio explicó que la mujer, de 51 años, se encuentra “atravesando un estado de neurosis post traumática reactiva", y detalló que además tiene "disminución de su nivel energético, restricción, represión, inseguridad o ansiedad, timidez, falta de autoconfianza y vacilación de la conducta, entre otros”.