El presidente de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura de la Nación, Horacio Rosatti, disertó hoy sobre “Filosofía política y económica de la Constitución Nacional” en el marco de la reunión ordinaria del Rotary Club de Buenos Aires.
Rosatti destacó que la Constitución argentina “es una de las cuatro más antiguas del mundo”, lo que “nos permite pensar en una continuidad, porque siempre volvemos a la Constitución, aun en los momentos en los que nos hemos alejado de ella”. Se trata, dijo, de un documento que antecedió a la “construcción definitiva de la nacionalidad”, y del cual surgen “una serie de lineamientos fundamentales en materia política y económica”.
“Siempre hay que hablar de la Constitución, porque da la sensación de que no todo el mundo la conoce”, dijo Rosatti. Agregó que aquellas cuestiones de la sociedad y el individuo que se hallan reguladas por el Derecho deben respetar principios de juridicidad, igualdad y razonabilidad.
Y se refirió, en relación al primer eje, a la importancia de que “todos, no solo los abogados, comprendan lo que está prohibido o permitido”. En ese marco, mencionó: “Desde la Corte estamos llevando adelante un programa de sentencias claras: hay que escribirlas en un lenguaje llano y accesible para que todo el mundo las entienda”.
Respecto de la igualdad, advirtió que “para la Constitución argentina, no equivale a igualitarismo, sino a un trato equivalente hacia aquellos grupos de personas que están en la misma situación”. Y al explayarse sobre el criterio de razonabilidad, sostuvo que “los medios deben ser adecuados para el fin que se quiere lograr”.
crédito: prensa CSJN
Puso como ejemplo el reciente fallo de la Corte en la causa Oliva, “donde, a partir de una indemnización en materia laboral, se llega a una conclusión, a un monto, que prácticamente hacía zozobrar la existencia misma de la empresa de la que el trabajador demandante era uno entre tantos”.
En cuanto al funcionamiento del Máximo Tribunal, opinó que la Corte “debería ser el tribunal de garantías constitucionales, reservándose para el análisis de las cuestiones realmente sustantivas”, aunque en nuestro país “desde hace años, y cada vez más, funciona como un tribunal de revisión”. Esto hace que termine resolviendo, en promedio, más de 10 mil causas anuales, cuando su par estadounidense trata alrededor de un centenar de expedientes en el mismo período, señaló.
Debería ser el tribunal de garantías constitucionales, reservándose para el análisis de las cuestiones realmente sustantivas aunque en nuestro país desde hace años, y cada vez más, funciona como un tribunal de revisión
Consultado sobre la tendencia a dirimir en los estrados judiciales controversias originadas en el terreno de la política, añadió: “Apostamos a que estas cuestiones se resuelvan en ámbitos parlamentarios”. “Hay que darle tiempo a la política”, dijo Rosatti aunque aclaró: "si los temas no se resuelven en un plazo razonable, lo hará la Justicia”.
Recordó, además, que el texto constitucional consagra los pilares del capitalismo –propiedad privada, iniciativa particular y competencia– y concluyó que la consolidación de la seguridad jurídica “es una tarea que no solamente compete a los jueces, sino a todos”, con el respeto por la Constitución como pilar fundamental.
Del encuentro participaron el presidente de la entidad, Juan Insua; los expresidentes del club Ubaldo Aguirre y Luis Ovsejevich; Juan Manuel Olima Espel, Diego Ibarbia, Eduardo Cartasso Naveyra, Francisco Castex, Javier Lorente, Gabriel Astarloa, Máximo Fonrouge, Martín Farrell, Carlos Laplacette, Esteban Carcavallo, Jorge Kogan y José Luis Puricelli, entre otros socios. También estuvo presente la abogada María Eugenia Talerico.
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