El represor Mario “Churrasco” Sandoval, quien fue extraditado a Buenos Aires desde Francia en 2019 y condenado a 15 años de prisión por su participación en el secuestro y tortura contra Hernán Abriata, dentro del centro de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), sufrió un nuevo revés judicial esta vez por parte de un tribunal galo.

El ex policía fue sentenciado por la justicia del país europeo a indemnizar a la periodista y abogada, Sophie Thonon-Wesfreid, quien representó a las familias de franceses desaparecidos durante la última dictadura argentina y que además, escribió un libro en donde relataba los horrores a los que Sandoval había sometido a sus víctimas.

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Tras la publicación del libro, el represor que se refugió en Francia tras la caída del gobierno de facto, demandó a su autor, Frédéric Couderc; al ilustrador, Giacomo Nannim; a la empresa editorial SAS; y a quien era su director, Franck Bourgeron. Además, incluyó en su demanda a Sophie Thonon-Wesfreid, entrevistada para esa nota como abogada que representó a Argentina en el juicio por extradición.

Sandoval acusó a la publicación y a los autores de utilizar declaraciones difamatorias en su contra y comentarios insultantes, de vulnerar su privacidad y su derecho a la presunción de inocencia y pedía una indemnización que sumaba 85.000 euros.

Sin embargo, en un fallo emitido por el Tribunal de Apelación de París, el pasado 30 de abril, se confirmó el rechazo de la demanda de Sandoval contra los autores del escrito titulado “Mario Sandoval, un torturador tan pacífico”, que se publicó a mediados de 2020 en la revista “XXI” y fue el disparador de un libro.

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El artículo revisa su pasado como integrante de la Policía Federal (PFA), donde prestó funciones en la Superintendencia de Seguridad Federal, y los hechos por los que estaba acusado y finalmente fue condenado por su participación en el secuestro de Abriata, estudiante de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y militante de la JUP. También, relata su desembarco en Francia, tras el fin de la dictadura argentina, donde dio clases en la Sorbona y se convirtió en un experto en seguridad.

A pesar de los intentos de Sandoval por difamar a la publicación y a sus autores, el Tribunal de Justicia de París desestimó su demanda y le ordenó pagar 3.000 euros a cada una de las personas a las que acusó. Lo que fue confirmado por el Tribunal de Apelaciones francés, que sumó a su condena, otros 1.000 euros de multa para cada uno de los afectados.