Una bebé de seis meses que sufre "secuela neurológica de depresión grave al nacer" será externada de terapia intensiva del Hospital Durand y enviada a su casa en donde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA), a partir de lo dispuesto por la Justicia porteña, deberá instalar todos los equipamientos y proveer los recursos humanos necesarios para la salud de la menor.
La bebé está internada en terapia intensiva desde el 3 de junio pasado a raíz de una complicación neurológica durante el parto. Actualmente, en el Hospital Durand recibe asitencia respiratoria mecánica, está traqueostomizada, alimentada por sonda nasogástrica y recibe atención de las áreas de kinesiología, neurología y neonatología.
El juez Marcelo López Alfonsín, titular del juzgado N° 18 del fuero Contencioso Administrativo y Tributario, hizo lugar a la medida cautelar presentada por los padres de la menor y ordenó al GCBA a externar a la menor y asegurar un “lugar que deberá contener equipamiento y recursos humanos necesarios según las condiciones fijadas por el médico tratante, incluso en caso de ser necesario apelando para ello a los recursos del sector privado a costa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y hasta tanto se dicte sentencia definitiva”.
“Tal como lo ha sostenido la Corte, el derecho a la salud constituye un valor primordial de nuestro ordenamiento jurídico, encontrándose reconocido en los tratados internacionales con jerarquía constitucional (art. 75, inc, 22)”, señaló el juez en sus argumentos.
Y añadió: “A lo que debe agregarse las especiales particularidades del presente caso ya que la cuestión involucra a una menor de seis meses de edad, discapacitada, con graves padecimientos de salud, respecto a quien resultan operativas las previsiones de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (también con jerarquía constitucional), que establece la obligación de los Estados partes de adoptar las medidas necesarias con el fin de contribuir a garantizar el derecho de todo niño”.
El magistrado dio por acreditado el cuadro clínico de gravedad que presenta la menor, su diagnóstico y discapacidad, el hecho de que se encuentra en condiciones de egresar de la Unidad de Terapia Intensiva, además de los requerimientos de internación domiciliaria de su médico tratante y la falta de respuesta de la obra social ante los requerimientos, pese a encontrarse afiliada.
“Nótese que de continuar en la unidad de terapia intensiva se expone potencialmente a la menor al contagio de alguna infección intrahospitalaria que agravaría su delicado estado de salud y arriesgaría su vida”, sentenció.
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