Así de determinantes fueron las declaraciones del juez de Avellaneda, Dr. Luis Carzoglio, quien lleva adelante la causa por asociación ilícita contra Pablo Moyano, dirigentes del club Independiente y sus presuntos vínculos con la barra brava que dominaba la tribuna. Hoy la mayoría están presos: “Bebote” Alvarez y “Polaco” Petrov, entre otros barras, así como el ex vicepresidente y empresario Noray Nakis.
El magistrado tiene a su cargo la causa donde se había pedido la detención de Pablo Moyano, habló en Gente de Derecho, el programa de Radio Cooperativa que conduce el Dr. Jorge Rizzo, sobre varios temas entre ellas la causa Independiente y los Moyano así como los supuestos aprietes de los servicios de inteligencia para meter preso al hijo de Hugo y la relación del presidente Macri.
“Lo que me está pasando, me fortalece en el camino que seguí apenas asumí la función de juez. Se ha fortalecido todo el grupo familiar. Mi esposa está tensa, ha perdido la tranquilidad, pero me reconforta la unidad del grupo familiar. Estoy recuperando fuerzas, y el martes la seguiremos”, explicó Carzoglio quien explicó que “yo salgo a hablar sobre este tema, cuando en la edición de La Nación digital salen párrafos de mi declaración ante la Procuración General de la Provincia”, presidida por Julio Conte Grand y acusado por Carzoglio de “filtrar información de la causa”.
“Yo ahí fui a ratificar o ratificar mis dichos en la conferencia de prensa del 16 de octubre. No sólo la ratifiqué, sino que declaré tres horas. Al trascender lo que dije en La Nación, decidí confirmar lo que salió en la edición de La Nación. Desconozco como se pueden haber filtrado mis dichos hacia ese medio”, expresó el magistrado de Avellaneda y oriundo de esa localidad bonaerense.
Presiones y la SIDE
El juez Carzoglio no dudó al explicar las supuestos aprietes o amenazas que recibió teninedo una de las causas más calientes de la Justicia que tiene investigado a uno de los sindicalistas más combativos de la actualidad, Pablo Moyano, hijo de Hugo, también distanciado del Gobierno de Mauricio Macri.
“El Poder Judicial no es una isla dentro del país. Nuestra obligación es fortalecerlo pese a todas sus carencias, porque es la base de la República. Me propuse, a los 69 años, defender la institución.Es la República que está en juego”, explicó con suavidad el magistrado quien luego detalló los encuentros cercanos con agentes de la AFI, ex SIDE. Lean con atención.
“El contacto empieza a principios de Enero, donde a mi y al Dr. Vitale, juez del Juzgado Nº 8 de Avellaneda, se contacta un agente de la Secretaría de Seguridad de la Nación, y nos invita a cenar a un boliche de Independencia al 2000. Me reservo el nombre del agente, esperando que se me convoque a ratificar. Nos encontramos”, comienza el relato radial en el programa de Rizzo por Radio Cooperativa.
El hecho
“Un auxiliar letrado mio es contactado por un fiscal de Lanús, y este vino temblando, diciendo que se metió un agente en mi auto y me dijo que Macri quiere hablar conmigo”, explicó el juez de Avellaneda quien contestó que le “me pareció bárbaro, porque con Macri quiero hablar del país”.
En ese momento del supuesto encuentro y la presión de agentes de los “servicios” todavía el expediente estaba en la Justicia de Lomas de Zamora por el tema de la competencia, pero el tema tenía que venir a Avellaneda. “Les dije que cuando el fiscal me mande la orden de detención, lo analizaría. Me ofrecieron hasta un borrador, que ya se lo habían mandado a Vitale, quien rechazó el ofrecimiento”, sentenció Carzoglio.
“A las dos horas, llega el pedido de detención, me ofrecen algo más por Whatsapp y esta persona vino con un contador”, explicó un “pedido raro”.
Con relación a la causa, el juez manifestó que “al estudiarla no tiene elementos ni indicios vehementes en cuanto a que el imputado haya sido autor del delito que se le achaca”. Y explicó que “acá, no había ni siquiera un indicio, y de vehementes nada. No hay grabaciones que comprometan a los Moyano, son todas escuchas telefónicas cuyo principal actor es Bebote Alvarez”, líder de la barra brava de Independiente hace varios años y hoy preso desde la llegada de los Moyano al club.
Le preguntaron a Carzoglio si tenía miedo por la causa que lleva adelante. El juez respondió que “no tengo miedo, no le tengo miedo a los servicios. Tengo 69 años y 50 de vivir la vida política de este país. ¿Qué miedo puede tener alguien que vive para servir al país? Son los riesgos que corre alguien que decidió encarar la profesión de Juez. Rosatti, juez de la Corte Suprema, dijo que el juez que se sienta presionado, debe denunciar o renunciar”.
En tanto, dio un anticipo del proceso penal ya que rechazó la recusación del fiscal general de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, así que será la cámara de apelaciones quien resuelva si aparta a Carzoglio de la causa Moyano o si ratifica su intervención en el proceso.
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