El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, abrió el año judicial 2019 en medio de un clima de división en el Máximo Tribunal de Justicia con sus pares supremos. El juez aceptó que la sociedad ya no confía en el Poder Judicial de la Nación al señalar que "la justicia argentina está frente a un gran desafío institucional que consiste en superar la crisis de legitimidad que la afecta. Afortunadamente no es una crisis de legitimidad terminal. Todavía estamos a tiempo de revertirla".
En esa línea, manifestó que "los argentinos están perdiendo la confianza en el Poder Judicial. Hay dudas de que nos comportamos como verdaderos jueces de una democracia republicana”. E instó a los jueces presentes, que “la solución requiere entonces que revirtamos esta percepción y, para ello, los jueces debemos mostrar, todos y todos los días, que sí somos verdaderos jueces de una democracia republicana".
“Tenemos que entender que pertenecer al Poder Judicial no es un privilegio”, sentenció Rosenkrantz para insistir en bajar un mensaje claro a los magistrados nacionales y federales presentes en el Palacio de Tribunales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. "La desconfianza creciente de nuestros ciudadanos ha nacido en parte porque se empieza a generalizar la sospecha de que servimos a intereses diferentes al Derecho. Debemos mostrar que no nos servimos del derecho sino que servimos al Derecho", explicó.
En tanto, el presidente de la CSJN, aseguró que “el Poder Judicial es un poder que en todo estado democrático y republicano se organiza para prestar el servicio de justicia a la comunidad. Estamos para servir a la ciudadanía con una particular prestación: aplicar el derecho".
“Nuestro deber es servir a nuestra comunidad como jueces no debemos buscar el poder. Como he dicho varias veces, la percepción de que somos poderosos por oposición a la de ser justos y rectos, no ennoblece sino que mancilla nuestra investidura", razonó el juez supremo en un mensaje a los colegas presentes.
En el marco de sus conceptos para tratar de recuperar la confianza que, según él, la sociedad perdió en los jueces y en el Poder Judicial, afirmó que "es indispensable hacer lo que se necesita para tener un Poder Judicial sujeto a procedimientos reglados que constituyan estándares de evaluación objetiva de nuestra acción”. Y agregó: “Eso es lo primero que debemos hacer para sortear la crisis de confianza que enfrentamos. Pero eso no es todo. Para recuperar la legitimidad debemos hacer algo más".
Y con respecto a sus sentencias que a veces son criticadas en fallos mediáticos, Rosenkrantz explicó que "para ser coherentes todo el tiempo debemos pagar un precio alto pues debemos estar dispuestos a vivir con la falta de popularidad que algunas de nuestras decisiones pueden generar. Sabemos que no todo lo que la Constitución o las leyes establecen es popular o cae bien".
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