Así lo aseguró en su discurso ante la asamblea legislativa, el presidente Alberto Fernández, quien se refirió duramente a cierto sector del Poder Judicial de la Nación que utilizó a los servicios de inteligencia para presionar políticos y dirigentes sociales. Anunció una reforma judicial integral, la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia  y pronunció un nuevo “Nunca Más” para una “Justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno”.

“Una democracia sin justicia realmente independiente no es democracia. Supo decir un penalista clásico, que cuando la política ingresa a los Tribunales, la justicia escapa por la ventana. Sin una justicia independiente del poder político, no hay república ni democracia. Solo existe una corporación de jueces atentos a satisfacer el deseo del poderoso y a castigar sin razón a quienes lo enfrenten”, resaltó el presidente electo Alberto Fernández ante senadores y diputados en el Congreso de la Nación en su primer discurso como presidente.

"Hemos visto el deterioro judicial en los últimos años. Hemos visto persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias inducidas por los gobernantes y silenciadas por cierta complacencia mediática", señaló Fernández en un claro mensaje a los jueces y fiscales que direccionaron causas de corrupción contra exfuncionarios kirchneristas  con prisiones preventivas lejos del Estado de Derecho.

En esa línea, el presidente señaló que "cuando se presupone la culpabilidad de una persona sin condena judicial se está violentando no sólo la Constitución, sino los principios más elementales del Estado de Derecho". Y propuso que para "superar este muro que lo único que ha garantizado en la Argentina es la impunidad estructural, en los próximos días vamos a enviar al Parlamento un conjunto de leyes que consagren una integral reforma del sistema federal de Justicia". 

Fernández destacó que en materia judicial quiere una Argentina "donde se respeten a rajatabla la Constitución y las leyes. Queremos que no haya impunidad, ni para un funcionario corrupto, ni para quien lo corrompe, ni para cualquiera que viola las leyes. Ningún ciudadano por más poderoso que sea está exento de la igualdad ante la ley. Y ningún ciudadano, por más poderoso que sea, puede establecer que otro es culpable si no existe debido proceso y condena judicial firme".

Servicios de inteligencia

En el mismo sentido de transformación profunda, Fernández afirmó que será intervenida la Agencia Federal de Inteligencia, para impulsar así una reestructuración de todo el sistema de inteligencia e información estratégica del Estado.  Hoy, mantienen un fondo reservado de 3500 millones de pesos para “gastos de inteligencia”. 

Como paso inmediato, dispuso la derogación del decreto 656 del 2016, que "fue una de las primeras y penosas medidas que la anterior administración promovió y que significó consagrar el secreto para el empleo de los fondos reservados por parte de los agentes de inteligencia del Estado", dijo Fernández. Y esos fondo serán reasignados para financiar el presupuesto del Plan contra el Hambre en la Argentina.

En tanto, se refirió al Nunca Más en varios sentidos más allá de reafirmar la política de derechos humanos y los juicios por delitos de lesa humanidad.  Nunca Más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, “operadores judiciales”, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos. Nunca más a una justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una justicia que es utilizada para saldar discusiones políticas, ni a una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno. Lo digo con la firmeza de una decisión profunda: Nunca más es nunca más. Porque una justicia demorada y manipulada significa una democracia acosada y denegada. Nunca más al Estado secreto. Nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza. Nunca más a los sótanos de la democracia. Nunca más es nunca más.