La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVÍN), a cargo del fiscal Alberto Gentili emitió su informe semestral sobre los fallecimientos en contexto de encierro en el país en los establecimientos penitenciarios federales. De esta forma, el relevamiento dio cuenta de que la cifra es levemente menor a la del mismo periodo del año anterior.
El informe reveló que hubo 17 muertes en dicho contexto, entre el 1 de enero al 30 de junio de 2022 y, el dato preocupante, es que gran parte de los fallecimientos se nuclearon en el Complejo I de Ezeiza, contabilizando ocho muertes, un 47% por ciento.
La investigación expresó que hubo al menos cuatro muertes violentas y una que no se pudo recoger datos. El resto, 12 casos, fueron fallecimientos no traumáticos. Pero, en coincidencia, en todos los casos fueron hombres que se dividían en seis cárceles federales.
El 82% por ciento de las muertes ocurrió en complejos de gran tamaño, como son el Complejo Federal I de Ezeiza, en el Complejo Federal II, de Marcos Paz y en el C.P.F. de C.A.B.A, en Devoto. Todos del Área Metropolitana de Buenos Aires.
En cuanto a su situación judicial al momento del fallecimiento, el 65% por ciento de los detenidos estaba sin condena, el 29% por ciento sí tenía una condena y del restante no se pudo obtener más información.
La edad de los presos, en promedio, fue de 47 años, ya que tenían la franja de los 28 a los 67 años. Y la nacionalidad de cinco era extranjera, eran nativos de Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Rusia. Al menos cuatro fallecieron por afecciones y una por un evento traumático.
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