En la sede de la Suprema Corte bonaerense en la ciudad de La Plata, el ministro Sergio Torres recibió en su despacho a Tiempo Judicial para hablar de la situación del Poder Judicial, de la tensión con el Ejecutivo, de su gestión y su “pase” de Py a La Plata donde se siente “feliz” así como de sus roles como docentes en varias universidades así como de la mala comunicación de los jueces. Y destacó a la causa ESMA como la más importante de su vida así  como al rol de la universidad pública en la que es docente.

Empezando por un tema personal de tu migración de Comodoro Py a la Suprema Corte bonaerense ¿te gusta más Comodoro Py o La Plata? En el sentido de salir un poco del ojo de la tormenta y venir a un lugar conflictivo y de poder pero menos visible. ¿Cuál fue ese objetivo tras la propuesta como ministro que hizo la ex gobernadora María Eugenia Vidal?

(Ndr: Piensa…) La verdad es que estoy muy feliz en la Suprema Corte y por supuesto que desde el punto de vista personal fue un crecimiento profesional la de integrar una Corte, y además un honor porque viví muchos años en Longchamps (partido de Almirante Brown) soy profesor en muchas universidades de la provincia, y la quiero profundamente y la querré siempre.

Por otra parte, es interesante mencionar que a pesar de haber estado en Py, obtuve el apoyo de todas las fuerzas políticas al momento de mi propuesta en el Senado bonaerense. Además, la propuesta fue aprobada por unanimidad en un período casi pre-electoral en abril de 2019. Y tiene un valor muy importante para mí, para la tarea que se hizo en el juzgado en Py como las investigaciones por la causa ESMA, por ejemplo.

¿Yendo al tema cuál fue la causa más importante que te tocó investigar o en la que te tocó intervenir?

La causa ESMA sin ninguna duda más allá que intervine en causas de narcotráfico o en el control de la causa “Mendoza” por el saneamiento del Riachuelo. Creo que por trascendencia institucional y por lo que significa para nuestro país, haber llevado adelante la investigación de la causa ESMA fue un hito en mi carrera.

¿Por qué decidiste hablar o porque es una situación judicial que lo amerita?

(No…) Por un lado  creo que el tuyo es un medio serio y recomendado y referenciado por Claudio y por otra parte creo que tenemos que explicar nuestras resoluciones y no solamente eso, sino todo lo que hacemos como Poder Judicial.

Me adelantaste un poco la pregunta que te iba a realizar más adelante. ¿Qué análisis te merece la famosa frase de  `los jueces hablan por sus sentencias´?

Sì, yo creo que nosotros tenemos un déficit comunicacional en general y más allá de eso, la Suprema Corte bonaerense así como la Corte federal tienen canales de comunicación y portales de noticias pero lo que no hay es el canal de comunicación con los periodistas y demás. Hace más de 20 años, presenté un proyecto para modificar el Código de Procedimientos Penal para que los jueces antes casos de trascendencia público o conmoción, que puedan ser explicadas en lenguaje claro y fue la primera vez que hable del tema.

La idea era que la gente pueda entender y los jueces puedan explicar las decisiones que toman.

¿Hubo mucha apertura en la Suprema Corte bonaerense en ese sentido y se baja algún mensaje a la Justicia provincial en este sentido?

La pandemia ayudó a implementar una gran cantidad de herramientas tecnológicas que ya existían y llevó a una abrupta implementación aunque debía ser progresiva. La SCBA es pionera a nivel nacional en todo lo que tiene que ver con el expediente digital y, lo que es realmente importante, que todos los desarrollos están hechos por funcionarios de la Suprema Corte. La SCBA no compra, sino que todas las herramientas digitales son propias lo que agrega un valor adicional porque demuestra el trabajo que hacemos, para ahorrar y para optimizar recursos.

En este sentido, ¿qué evaluación haces de la Justicia bonaerense en esta etapa post-pandémica?

Nosotros tenemos un volumen de trabajo en la provincia de Buenos Aires que es casi el trabajo de muchas provincias juntas. En este sentido, hay que rescatar el trabajo que hicieron los jueces, los funcionarios y los empleados trabajando durante la pandemia que nunca dejaron de trabajar y el servicio no se resintió.

¿Pero esto la sociedad lo vió? Porque en la pandemia quedó la visión de “la liberación masiva” de presos en la Justicia bonaerense pese a que los jueces lo negaron e hicieron autocrítica, yo creo que en la sociedad quedó esa visión negativa… ¿qué evalúas de esta situación?

Esto fue un problema de comunicación, y más allá de esto todos los días vimos como trabajaba el Poder Judicial y con respecto a los presos, fue una decisión tomada por un solo juez del Tribunal de Casación y que fue revocada por la SCBA. Resolvió la Corte que atendiendo al hacinamiento, a la pandemia y a cada una de las problemáticas individuales, no se pueden tomar decisiones colectivas. Entonces, exhortó a cada uno de los jueces de la provincia a repensar cada una de las situaciones de los detenidos en forma individual e independiente una de otra. Además, toda persona que está detenida tiene el derecho a que se evalúe su problemática en forma individual.

“Fue una decisión de un solo juez de Casación bonaerense, que la Corte revocó”

En este sentido ¿cómo es ese rol que ejecutas en la SCBA y como presidente del Consejo de la Magistratura bonaerense en dos áreas tan sensibles? ¿No sería como un Rosatti pero sin tantas críticas?

Sin trazar ningún paralelo con el Consejo nación, acá en el Consejo de la Magistratura bonaerense tenemos otras reglas porque nosotros no tenemos sanción de jueces, ni temas disciplinarios, ni tampoco la administración. Sólo se ocupa de la designación de los magistrados para la Justicia de la provincia de Buenos Aires.

Cobertura de vacantes de jueces bonaerenses

Estoy profundamente orgulloso del trabajo que se hizo en el Consejo porque la verdad tantos funcionarios, empleados y consejeros han trabajado un montón y estamos tomando exámenes para cubrir 500 vacantes en la provincia. Desde junio venimos tomando exámenes todos los días con vacantes que venían acumuladas hace 2 años. Se trabajó mucho en la digitalización, en la gestión de recursos, con una estructura del Consejo muy chica con 50 empleados pero que atiende a más de 7 mil postulantes. Es un proceso complejo de cobertura de vacantes, donde el Consejo creó una estructura robusta a nivel infraestructura y a nivel normativo para poder avanzar en la cobertura eficaz de las vacantes en dos sedes para tomar 250 exámenes simultáneos.

La cobertura de vacantes de jueces bonaerenses se está haciendo rápido pero no apurados. Es un proceso que lleva tiempo avanzando con exámenes, luego vienen entrevistas psicológicas y personales a los postulantes para concluir con el orden de mérito.

Con respecto a la perspectiva de género en la SCBA ¿qué medidas implementa la Corte sobre jueces y juezas sobre el modus operandi en los expedientes?

La Suprema Corte realizamos nuestra capacitación a través de la ley “Micaela” provincial que invita y obliga a todos los magistrados y funcionarios a formarse capacitarse y así lo hemos hecho. Y en este sentido,  la doctora Kogan preside la comisión de Género de la SCBA en la cual vamos adaptando toda la normativa interna y dándole perspectiva de género a cada decisión nueva. Hoy en día, la mirada de género es un aspecto central en el trabajo que hace la SCBA todos los días.

Yendo más a lo nacional, ¿qué pensas de las disputas que hay hace tiempo en el Consejo y la Corte y más que nada lo enfoco al conflicto constante que hay entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial a nivel nacional?.

A mi no me gusta hablar de lo que pasa en otras jurisdicciones porque uno no conoce el detalle ni la profundidad de las problemáticas. Nosotros tenemos un trato muy respetuoso con los demás poderes del Estado y es de destacar que en el Consejo de la Magistratura que es donde intervienen junto los estamentos distintos, es decir jueces, abogados, legisladores de los dos partidos mayoritarios y el PE, todas las resoluciones fueron tomadas por unanimidad. Esto demuestra el grado de compromiso y consenso que tenemos que destacar por eso el Consejo puede enfrentar con solidez todas las problemáticas que venimos afrontando.

¿Y esa línea de consenso pregona en la Suprema Corte?

De hecho, hoy tenemos 3 vacantes en la Suprema Corte, es decir, somos 4 y tendríamos que ser 7. Entonces, buscamos el consenso en cada una de las sentencias más allá que tenemos muy buen vínculo personal y en la SCBA trabajamos en armonía y ocupándonos en lo importante que es mejorar el funcionamiento de la justicia provincial.

¿Se busca la unanimidad en los fallos al tener 3 vacantes?

Necesitamos 4 votos y el número mínimo para aprobar cualquier resolución es 4 así que tenemos que buscar el consenso para nuestras resoluciones aunque por supuesto puede haber disidencias.

¿Hubo temas espinosos en los que no hubo consenso?

No hemos tenido temas aunque siempre pueden llegar. La verdad que venimos trabajando con mucho consenso con disidencias normales en las decisiones que se toman pero justamente el consenso implica un esfuerzo por lograr encontrar los puntos comunes y demás.

Como juez de la Suprema Corte, ¿Qué es lo que reclama el justiciable ya sea desde la lentitud de un proceso judicial o el colapso de expedientes de un juzgado?

El servicio de justicia tiene diversas miradas. Al abogado le sirvieron las herramientas tecnológicas porque tenemos departamentos judiciales grandes geográficamente y le sirvió mucho al abogado porque facilita mucho su tarea. Nosotros también tenemos que trabajar fuertemente en el caso de la duración de los expedientes con el Poder Legislativo para repensar los códigos procesales porque seguimos teniendo muchas instancias de apelaciones, entonces los trámites se dilatan. Hay que racionalizar los procesos, hay que pensar en soluciones alternativas del conflicto y hay un montón de miradas sobre los códigos de procedimientos.

Por otra parte, a nivel edilicio necesitamos un lugar digno para trabajar para empleados, funcionarios y jueces y esto no ocurre en todos los casos. Y por otro lado, la persona que requiere el servicio de justicia tiene que ser recibida en un lugar adecuado y no en una casa. La provincia no tiene demasiados edificios propios, se alquila, hay muchos proyectos en obra pero en sí no lo ejecuta el Poder Judicial. Las obras las hace el Poder Ejecutivo...

¿Es la famosa autarquía financiera que pide el Poder Judicial bonaerense?

No existe esta autarquía y es uno de los aspectos en los que nosotros reclamamos periódicamente. Se usa el presupuesto del Poder Judicial pero las obras no las hacemos nosotros. Generamos propuestas para crear polos judiciales con estructuras para albergar a todos los tribunales en un solo lugar lo que hace que sea más racional la utilización de los espacios.

¿Pero con la pandemia y el expediente digital es tan necesario construir nuevos edificios o alquilarlos generando costos innecesarios?

Sí, nosotros tenemos que pensar en una racionalización y hemos trabajado muchos meses con edificios vacíos por la pandemia y el sistema judicial funcionó. En realidad, tenemos que pensar si cada juzgado deba tener su propia estructura administrativa y hay muchas miradas sobre este tema y se está debatiendo porque la justicia bonaerense es una justicia de proximidad.

A diferencia de otras jurisdicciones, hay acceso a la justicia en los distintos rincones de la provincia de Buenos Aires y esto es un valor. Es otra mirada del edificio único. Uno tiende a pensar en el conurbano bonaerense pero otros departamentos judiciales como Bahía Blanca o Azul tiene lógicas distintas y abarcan muchos kilómetros territorialmente.

Con respecto al tema medioambiental y los cambios legislativos ¿qué reclamos llegan a la SCBA y cómo se trabaja en este sentido?

Fue muy importante la ley “Yolanda” que es una ley específica porque busca en los jueces un cambio cultural y que empiecen tener una mirada transversal en todas las ramas del derecho con una nueva mirada del ambiente. La formación clásica del ambiente era en función de las personas, por ejemplo un agua contaminada era mala porque afectaba a las personas. Entonces, estamos trabajando y capacitando para que los jueces pueden resolver las causas ambientales desde otra mirada. (NdR: Ley Yolanda bonaerense)

Por último, ¿qué es lo que te relaja de la intensa actividad judicial?

La vida académica, dar clases, que a diferencia del trabajo judicial que es solitario porque estoy solo tomando una decisión individual más allá de mi equipo de trabajo. Entonces, la vida académica permite interactuar con colegas, me divierte mucho dar clases y por decisión yo doy solo clases en universidades públicas como una forma de devolverle todo lo que me dio a la universidad pública y gratuita. Por ejemplo, doy clases en UBA y Lomas, por ejemplo.

Más allá que me guste, creo que tenemos una obligación en formar jóvenes y específicamente mi formación de base fue el Derecho Penal, hoy tengo ya 25 años de juez penal, aunque hoy trabajo en otros ámbitos.